jueves, 26 de diciembre de 2013

"Pedro Engel y Sus Proyecciones Para el 2014".



Uno de sus libros estrella –y que publica cada año– es el 'Horóscopo Chino' y esta vez no ha sido la excepción. Cuenta que estamos terminando el año de la Serpiente de Agua, que implicó un cambio de piel, la 'resurrección' de todo lo que ya no servía, y hasta el 31 de enero estaremos bajo su influjo. Por tanto, ¿qué cosas deberíamos tener zanjadas para hacer una buena transición?.

Pedro es tajante: La salud. 'La Serpiente está asociada a la sanación, sanarnos de todas esas cosas que hemos ido arrastrando en el alma, sanando desde lo más profundo con nuestra familia, con nuestro clan, y apartarnos de relaciones tóxicas o personas o situaciones que nos dañan. Nosotros vinimos a esta tierra a ser felices, y si hay alguien que todo el tiempo está picaneándonos, que nos hace bullying y que nos descalifica, nos hace desgastar mucha energía. Por tanto, lo mejor es dejar que esa persona siga su camino de luz, no engancharse, soltar y uno seguir su camino'. El ancestrólogo asegura que este periodo. antes de pasar al siguiente año del Caballo, es para reflexionar sobre las cosas que queremos mudar de piel, qué cosas queremos dejar atrás

FINANZAS. El Caballo tiene una energía muy potente, por lo que las finanzas hay que ponerlas en orden. 'Hay que pasar al Caballo sin deudas, o con éstas controladas, porque el Caballo tiende a revolucionarlo todo; si tenemos un flujo de deudas muy por sobre lo que ganamos, es muy probable que este año que viene eso se destape, no pueda ser controlado. Así que todos los que viven al límite, a ordenarse. No se endeuden más de la cuenta, no adquieran deudas por sobre su límite', explica. 

LIBERTAD. 'En el año del Caballo, la palabra clave es libertad', explica Engel, quien asegura que el espíritu de este año es díscolo, no lo detiene nadie. Sirve para cumplir los sueños. Como ha reiterado en varias ocasiones, este Caballo de Madera se asemeja a la leyenda del Caballo de Troya, 'que parte como un regalo, pero adentro lleva un ejército'. El astrólogo asegura que ese ejército es de uno. 'Debemos dar batallas, para que las cosas puedan realizarse; para lograr sus sueños deben trabajar desde la propia lucha interior, desde la disposición interna, para cumplir lo que realmente te interesa en tu vida'. Este es un año que, en general, beneficia a todos. Engel asegura que el que más debe cuidarse –porque lo va a remover de su zona de confort– es al Jabalí (o Chancho). Este año el Caballo le enseñará al Jabalí que no todo lo desconocido es terrible, a atreverse, porque 'lo desconocido es un camino necesario de explorar'. ¿Y el resto? Engel asegura que todos saldrán favorecidos, especialmente el Tigre.

LAS MUJERES Y EL CABALLO. A las mujeres el año del Caballo las llevará a un empoderamiento, pero desde el amor, equilibrado. 'Desde la profundidad del ser, desde la autenticidad. No compitiendo con el hombre, sino compartiendo. Este año el Caballo le trae el mensaje de ser mujeres, de abrir el corazón, de vivenciar lo maravilloso que es ser mujer, de sentirse cómodas con su cuerpo, con ser madre, amante, esposa (en todos sus aspectos); ser libres, no transar, no sufrir, no dejarse aplastar por otros, no dejarse vulnerar, sino florecer desde el corazón, desde las entrañas', dice. En definitiva, el Caballo de Madera viene como un año que nos abre a amistades nuevas, a vivir la libertad intensamente; será un año aguerrido y firme. Tal vez tenderá a ser un poquito egoísta, como resultado de esta necesidad de rebelión. El Caballo trae cambios en 180º, y hay debemos estar preparadas. 

¿CÓMO SOLTAR A ALGUIEN QUE NOS HACE DAÑO? 
Pedro Engel asegura que este proceso no es tan difícil, y nos da una receta. 'Primero debemos ir a lo profundo de nuestros corazones y buscar, bajo toda esa capa de dolor y rabia que esta personas nos produce, el amor que siempre vive en nosotros. Luego debemos imaginar a esa gente que nos daña siguiendo su camino, que sigan, rodearlas de luz, de amor, e imaginar que se va definitivamente, que se pierde en el horizonte. Bendecir su paso aún cuando fue doloroso, pedir ver las lecciones que había en la experiencia, y decir adiós'.