domingo, 8 de diciembre de 2013

"La Meditación y el Sexo Tienen el Mismo Efecto en el Cerebro".

Cada vez es más común escuchar que la meditación y el sexo tienen el mismo efecto en el cerebro, pero, ¿es eso cierto? ¿En qué puede parecerse algo tan calmado y espiritual como la meditación con algo tan físico como el sexo? En que ambos tienen efectos beneficiosos para el cerebro, así que sigue leyendo y descubre cómo ambas actividades te pueden ayudar.

Meditación y sexo

Un estudio científico de la Scientific American sugiere que el cerebro reacciona de la misma forma cuando mantenemos relaciones sexuales o meditamos, ya que ambos eliminan nuestro sentido de alerta y nos hacen separarnos de nuestro yo mismo, teniendo dificultades en la percepción de nuestro cuerpo y disminuyendo el dolor.


Sin embargo, cuando meditamos se ilumina el lado izquierdo del cerebro, cuando tienes sexo el derecho. Ambas son buenas experiencias ya que conducen al cese de la charla mental y disminuyen el estrés físico y mental; y esto lleva a la especie de trance que algunas personas tienen cuando meditan o cuando están alcanzando un orgasmo.
Si bien el cerebro no es la mente, existe una pequeña conexión entre ambos que puede hacer que lo que sentimos en nuestra mente afecte directamente a nuestro cerebro y viceversa.
También debemos tener en cuenta que la meditación y el sexo tienen algunos puntos en común -sentirse cómodos, ir lento, respirar profundamente- que los hacen similares en muchas ocasiones. La meditación puede llevar al sexo y al revés.

El punto de vista espiritual

Muchas personas consideran esta idea de que la meditación y el sexo tienen el mismo efecto en el cerebro como algo imposible de creer. Por un lado, aquellos que consideran que una cosa no tiene nada que ver con la otra; por el otro aquellos que consideran que no se puede comparar la felicidad emocional de la meditación con el placer físico del sexo, estando el primero más elevado que el segundo.
En verdad, se podría considerar a la meditación como una forma de mejorar el estado de ánimo, cuando tal vez el sexo solamente mejora la parte física. Por eso, no debemos dejar de lado ninguna de las dos actividades, sino hacerlas complementarias y así experimentar un bienestar total y completo en nuestras vidas.