Cuando aceptas este momento completamente, cuando ya no discutes con lo que es, el pensamiento compulsivo mengua y es remplazado por una quietud alerta. Eres plenamente consciente, y sin embargo la mente no pone ninguna etiqueta a este momento. Este estado de no-resistencia interna te abre a la conciencia incondicionada, que es infinitamente mayor que la mente humana. Entonces esta vasta inteligencia puede expresarse a través de ti y ayudarte, tanto desde dentro como desde fuera. Por eso, cuando abandonas la resistencia interna, a menudo descubres que las circunstancias cambian para mejor.
¿Estoy diciendo: «Disfruta este momento. Sé feliz»? No.
¿Estoy diciendo: «Disfruta este momento. Sé feliz»? No.
Permite que se exprese este momento tal como es. Eso es suficiente.
Rendirse es rendirse a este momento, no a una historia a través de la cual interpretas este momento y después tratas de resignarte a él.
¿Puedes aceptar que este momento es como es
y no confundirlo con la historia que la mente ha creado a su alrededor?
La rendición llega cuando dejas de preguntar; «¿Por qué me está pasando esto a mí?
Incluso en las situaciones aparentemente más inaceptables y dolorosas se esconde un bien mayor, y cada desastre lleva en su seno la semilla de la gracia.
A lo largo de la historia, siempre ha habido mujeres y hombres que, cuando tuvieron que hacer frente a grandes pérdidas, enfermedades, prisión o muerte inminente, aceptaron lo aparentemente inaceptable, y así hallaron «la paz que supera toda comprensión".
A lo largo de la historia, siempre ha habido mujeres y hombres que, cuando tuvieron que hacer frente a grandes pérdidas, enfermedades, prisión o muerte inminente, aceptaron lo aparentemente inaceptable, y así hallaron «la paz que supera toda comprensión".
La aceptación de lo inaceptable es la mayor fuente de gracia en este mundo.
Eckhart Tolle.