Las leches vegetales provienen básicamente
de tres tipos de alimentos diferentes:
de legumbres (soja), cereales (arroz o avena)
o frutos secos (almendras o avellanas).
Cada tipo de leche tiene unos beneficios distintos pero su denominador común es que son más digestivas que la leche de vaca ya que no contienen lactosa. Estas leches están muy indicadas para personas con problemas de digestiones lentas, colón irritable, estreñimiento, diarreas, estrés, problemas para dormir … y los efectos son inmediatos y mejoran la calidad de vida de las personas.
Además, se ha demostrado que el calcio se asimila mejor cuando va acompañado de fósforo en proporción 2 a 1 y son las leches vegetales las que cumplen mejor esta norma. Podemos afirmar que las leches vegetales nos aportan beneficios a todos sus consumidores.
La leche de avena tiene un gran sabor, y sus principales beneficios son que es muy rica en ácidos grasos esenciales y vitamina B, su riqueza en beta-glucanos (un tipo de fibra soluble) que favorece la flora intestinal y que sus proteínas tienen una buena composición de aminoácidos esenciales.
Está especialmente indicada para:
Personas con mucho estrés y con problemas para dormir ya que la vitamina B calma y fortalece los nervios, por lo que ayuda a dormir.
Personas preocupadas por el colesterol y las enfermedades cardiovasculares.
Personas que hacen dietas para adelgazar ya que sus azúcares lentos favorecen la actividad del páncreas y la glándula tiroides. Además de combatir eficazmente la retención de líquidos.
Déjate enamorar por su sabor suave y dulce, ideal para cualquier ocasión: tomarla en solitario, para elaborar pasteles, salsas… etc.
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