miércoles, 25 de julio de 2018

"Qué Es y Que No Es Ser P.A.S.". Por Karina Zegers de Beijl.


La sensibilidad, lejos de limitarte, te puede proporcionar las alas 
que te permiten vivir tu vida plenamente.

Cuando, hace casi diez años, introduje el importante descubrimiento de la Dra. Elaine Aron en España, soñaba con que no pasaría mucho tiempo hasta que miles y miles de personas altamente sensibles descubrieran que pertenecen a este gran colectivo de gente que compartimos este rasgo, el rasgo de la alta sensibilidad. Sin embargo, el tema tardó varios años en ser aceptado y reconocido, posiblemente porque España es un país en el que predomina una mentalidad más bien machista; muchos creen que enseñar las emociones es una debilidad y muchos niños pequeños siguen recibiendo mensajes del tipo “los hombres no lloran”. No fue hasta que, en 2012, fundamos la Asociación de Personas con Alta Sensibilidad de España y el programa Crónicas de  RTVE dedicó un documental al trabajo de la Asociación, avalándolo con información científica y entrevistas a profesionales reconocidos, que, de repente, muchos se dieron cuenta de que esta particular faceta de su personalidad era algo legítimo. Descubrieron que, a pesar de que no son como la gran mayoría, para nada son bichos raros. Gracias a las investigaciones de Aron sabemos que  entre un 15 y 20 por ciento de la humanidad –mujeres y hombres por igual– es considerablemente más sensible que la gran mayoría de los seres humanos que habita este precioso planeta que llamamos Tierra.

La Sensibilidad al trasluz, como se llama el documental de Crónicas, realmente marcó un antes y un después en la divulgación y el reconocimiento del rasgo. Desde la APAS recibimos invitaciones desde todo el país para realizar entrevistas y dar conferencias. Poco a poco, sin embargo, vemos como el descubrimiento de Aron empieza a cobrar, digamos, una vida propia y se va desligando de lo que es, estrictamente, aquello que entendemos por el rasgo tal y como Aron lo define. Vemos con cierta tristeza como algunos sectores lo acogen poniendo su propio sello, añadiendo o quitando información para ajustarlo a los propios intereses o necesidades. Vemos como el término es utilizado sin respetar la fuente (Aron) ni la definición original y correcta. Y esto hace daño: daña al concepto propio del rasgo que es algo válido, serio y científicamente comprobado. Por ello este artículo. Me gustaría dejar bien claro cuáles son las características esenciales del rasgo y cuáles no lo son.

Las cuatro características base.

Aparte de los muchos test que podemos encontrar y que dan una idea de las diferentes facetas del rasgo que uno puede tener, Aron nos dio cuatro pautas que deben estar presentes en la persona para poder tener la seguridad de que es una PAS, una persona altamente sensible. No puede faltar ni una y esto es muy importante. Si faltan una o más,  la persona no es PAS.

1. La persona difícilmente puede remediar su tendencia a procesar toda la información recibida de una manera intensa y profunda. Rumia los temas y les suele dar muchas vueltas.

2. La persona llega a saturarse y sentirse sobreestimulada cuando tiene que procesar mucha información (sensorial y emocional) a la vez, por ejemplo estando en un concurrido centro comercial a la hora punta.

3. La persona vive la vida con mucha emocionalidad; se emociona con facilidad ante un sinfín de situaciones y cosas que le tocan el alma por su belleza y pureza, pero de la misma manera por su tristeza o cuando siente una profunda impotencia. Esto puede dar lugar a una intensa empatía, una característica que también forma parte del rasgo de la alta sensibilidad.

4. En cuarto lugar, cabe resaltar una elevada sensibilidad no solamente en cuanto a los cinco sentidos (vista, tacto, oído, gusto, olfato) sino también de cara a sutilezas como pequeños cambios en el entorno o en el estado emocional de las personas que la PAS tiene delante.


Estos, pues, son los cuatro pilares del rasgo de la alta sensibilidad. Repito, para que una persona se perciba como PAS, tiene que verse reflejada en el conjunto de estos cuatro puntos.

Lo que no entra en la definición del rasgo son los siguiente puntos, o sea, una persona puede ser PAS (tener las cuatro características base) y además presentar una o varias de las siguientes características, pero estas de por sí no tienen nada que ver con el rasgo tal y como viene descrito por Aron.

Ser PAS no es:

  • Tener altas capacidades: Existe la tendencia a confundir el rasgo de la alta sensibilidad con las altas capacidades. No es lo mismo, ya que la mayoría de las PAS, o sea, los millones que se ven reflejados en los cuatro pilares básicos, no entraría en la categoría de las altas capacidades. A lo mejor la cosa es válida al revés, o sea, podría ser que todas las personas con altas capacidades fueran PAS, pero no lo sabemos y no consta en las investigaciones de Aron. Digamos pues que, aunque habrá mucha gente con altas capacidades que es altamente sensible, para nada es un requisito para poder cualificar a alguien como PAS.

  • Sufrir alguna enfermedad de tipo autoinmune: No hace falta ser PAS para padecer una de estas enfermedades, de la misma manera que no todas las PAS se pondrán enfermas. Si no existe un componente genético que justifique la aparición de una determinada enfermedad, ésta no aparecerá. Eso sí: si eres PAS y si no observas “las reglas del juego” (desconexión, estrés mínimo, comer bien, dormir lo suficiente, límites, etc) existe la posibilidad que el cuerpo se resienta y enferme, igual que cualquier otra persona -PAS o no- que no lleve una vida saludable.

  • Ser introvertido: Que quede claro: aunque la mayoría de las PAS tiende a tener un carácter más bien introvertido, un 30% de ellas tiene una predisposición extrovertida. Ojo, mientras parece lógico que las introvertidas necesiten tiempo de desconexión por saturación, a lo mejor puede asombrar que a las extrovertidas les pasa exactamente lo mismo, a veces incluso antes y de una manera más intensa. El tema de la introversión/extroversión, que en su día fue descubierto por Jung, es otra cosa y no puede ser confundida con el rasgo.

  • Ser “espiritual” o ser “vidente”: Existe una creciente corriente que confunde la AS (Alta Sensibilidad) con ese concepto tan difuso y amplio de la “espiritualidad” y, también, con distintos grados de videncia. Mientras que la “sensibilidad de cara a sutilidades” forma parte del paquete PAS, la videncia es otra cosa que NO forma parte del rasgo. No todas las PAS tienen la capacidad de ver espíritus o ángeles, de canalizar, de ser telepáticos, de escuchar voces, de saber decir de dónde viene una persona y qué es lo que el futuro le depara. No todas las PAS practican Reiki o piensen según las ideas de la nueva era. Para nada. Una cosa NO tiene que ver con otra. Es más, a Elaine Aron le preocupa muchísimo la supuesta conexión entre el rasgo de la alta sensibilidad y todo que se viene asociando con la nueva era ya que en su mayoría se trata de temas que no están científicamente comprobados, lo cual puede dañar mucho la seriedad del rasgo, el cual sí tiene comprobación científica. No todas las PAS son vegetarianas o veganas, no todas las PAS se alejan del “mal” por no poder soportarlo; es más, justamente hay muchas que viven situaciones límite entrando en la boca del lobo y luchando por una mayor justicia, igualdad y libertad.

  • Ser susceptible: Desde que, ya hace años, apareció un artículo en El País en el cual se definió la AS como susceptibilidad, existe una corriente que insiste en esta idea equivocada, principalmente mantenida en personas que son PAS y se avergüenzan de serlo, o en personas que no lo son y que no entienden de qué se trata.

  • Tener un trastorno: La línea entre el rasgo de la AS y ciertos trastornos es muy fina. Ten claro que la AS es un rasgo, no es un trastorno. No todas las personas con un diagnóstico de un trastorno del tipo que sea son PAS, y no hace falta ser PAS para desarrollar un trastorno de la personalidad. Por eso es tan importante observar que, para poder cualificar como PAS, la persona se ve reflejada en la totalidad de los 4 pilares del primer punto. Es imprescindible.

Una mención aparte merece una otra idea que da lugar a mucha confusión es el tema de:

  • Ser hipersensible: Estamos hablando de la misma cosa mientras nos estemos refiriendo al rasgo de la alta sensibilidad. Una persona altamente sensible se vuelve hipersensible cuando vive en una prolongada situación de estrés. El estrés nos hace extra sensibles (hiper, si quieres). Los sentidos se vuelven locos y todo llega a molestar e irritar, nos sentimos no-valorados, tomamos todo a pecho y el mundo viene a ser experimentado como un lugar hostil. Ya se ha dicho muchas veces: el estrés es el enemigo número uno de la PAS.

También se utiliza el término “hipersensible” en otros ámbitos, como, por ejemplo, en personas que no aguantan sustancias químicas, determinadas comidas, etc. Esto NO tiene que ver con la alta sensibilidad.
Cabe mencionar que dentro del espectro autista también existe una hipersensibilidad sensorial, pero ya sabes que el autismo, que se califica como un trastorno, y la alta sensibilidad no son la misma cosa.

Espero de todo corazón que este artículo pueda aclarar la creciente confusión y las muchas dudas que está generando nuestro bello rasgo. Es importante para todos que mantengamos el concepto limpio de alusiones que no tienen que ver con lo que es el rasgo tal como viene definido por la dra. Elaine Aron. Es en el interés de todos que la alta sensibilidad sea tomada en serio, y la única manera de conseguir esto es tener claro de qué se trata, sin añadir temas que no tienen nada que ver, o excluir facetas esenciales.

Karina Zegers de Beijl.
Coach, Escritora y Filóloga.
Fundadora de "APASE"
 Asociación de Personas con Alta Sensibilidad de España.