"Que todas y cada una de nosotras
estemos dispuestas a apoyarnos mutuamente
mientras damos a luz mejores vidas posibles.
Que aprendamos a honrarnos y respetarnos
sin que haga falta un sacrificio indebido.
Que estemos dispuestas a perdonarnos mutuamente
el sufrimiento y las heridas que nos causamos sin saberlo y sin querer.
Que nos respetemos como poderosas maestras.
Que sepamos que nuestra sabiduría Madre Osa
vive en todas las células de nuestro cuerpo y siempre está disponible,
aun cuando no esté nuestra madre.
Que sepamos que podemos llamar a nuestras abuelas
para pedirles orientación siempre que la necesitemos.
Y, finalmente, que las relaciones madre-hija del futuro
sean tan firmes y sustentadoras que cuando una mujer diga:
¨Me estoy volviendo como mi madre¨,
lo diga sonriendo con orgullo.
Y que sus amistades y familiares proclamen:
¨¡Bien hecho!¨".
Christiane Northrup.
Madres e Hijas.
Arte: Keith Mallett.