Cada vez que tengáis la ocasión de hacer algo bueno para los demás,
no lo dudéis, hacedlo.
Decíos:
"Quiero ser útil,
quiero ayudar a aquellos que están necesitados o que tienen penas,
¡y no importa si no gano nada con ello,
no importa si no soy recompensado por mis esfuerzos!"
Quizá de inmediato, en efecto, no seáis recompensados,
pero ¿a qué llamáis una recompensa?
Al desarrollar la bondad, la paciencia, la generosidad, la abnegación,
no sólo sentiréis que os desarrolláis, sino que a causa de vuestra irradiación,
un día seréis apreciados y amados por todos.
Incluso un sólo buen pensamiento o un sólo buen sentimiento
ya producen efectos, porque todo se graba y deja huellas.
No esperéis a que los demás, a vuestro alrededor,
se den cuenta inmediatamente de lo que lleváis de bueno
en vuestra cabeza y en vuestro corazón.
Pero sabed que todo lo que hayáis hecho de útil, de constructivo,
manifestando el amor, os aportará un día todas las bendiciones.
Omraam Mikhaël Aïvanhov.
