sábado, 4 de agosto de 2012
Eckhart Tolle, Conferencia en Barcelona “El Despertar de la Consciencia”
Estamos aquí reunidos no para escuchar una conferencia, o un discurso, si no para
profundizar en algo que ya está ocurriendo en la mayoría de ustedes, que es el proceso
de despertar, estamos aquí para profundizar este proceso. No estamos aquí para añadir
informaciones a la mente... desde el punto de vista superficial, aquí no pasa mucho, una
persona sentada aquí, unas personas sentadas allí escuchando unas palabras, es el punto
superficial, pero en una dimensión más profunda, esta reunión aquí es de gran
importancia, el contexto en la cual esta reunión tiene lugar es... la transformación de la
conciencia humana, esto es algo nuevo, en el pasado solamente sucedió a muy pocos
individuos, ahora la transformación está ocurriendo a una escala mucho más grande.
La mente no puede entender verdaderamente lo que es esta transformación de la que
hablamos, para entender que significa la transformación de la conciencia, tenemos que,
por lo menos, vislumbrar dentro de nosotros lo que es el principio de esa
transformación. El mundo, que es un reflejo de la mente, no entiende todavía lo que es,
y piensa que es, la transformación de la conciencia, piensa que es ¡nuevas ideas! Nuevos
conceptos, cosas nuevas interesantes... ¡Ah que interesante! No tiene nada que ver con
nuevas ideas, la única función que tienen las ideas, o los conceptos, es que apuntan
hacia la transformación, como una señal, una flecha, “por allí, allí”. En si mismos los
conceptos tienen poco valor, igual que un mapa tiene poco valor si no lo utilizas para
llegar a donde quieres llegar, el mapa es solamente eso. Y hay gente que colecciona
mapas, también en la vida espiritual, y si hay alguno de ustedes que han coleccionado
muchos mapas espirituales, es posible que sea difícil dejar esa colección de mapas
porque se ha convertido en un obstáculo. Colecciones de mapas son conceptos mentales,
utilizo esa imagen de mapa, conceptos mentales tienen cierta utilidad hasta cierto
punto nos ayuda, después llega un punto donde los conceptos y las palabras ya no nos
sirven. Y hemos llegado a este punto, y alguien, tal vez, está pensando en este
momento: ¿Por qué está usted hablando? Lo esencial de nuestra reunión no son las
palabras, lo esencial es lo que sucede dentro de cada uno de ustedes aquí.
Una pequeña recomendación, antes de seguir con palabras y más señales, es averiguar si
cada uno de ustedes está aquí completamente ¿qué significa eso, estar aquí
completamente? Es estar aquí como totalidad, no solamente con la cabeza y los pensamientos, sino con la totalidad del ser que incluye el cuerpo interior, como yo lo llamo a veces, estar centrados aquí y al mismo tiempo sentir que el cuerpo interior está vivo, hay vida aquí dentro, y yo siento que en el fondo hay vida en todo el cuerpo, y lo siento en el fondo, y en la superficie soy consciente de esas percepciones que oigo y que veo, entonces estoy aquí completamente, y es menos probable que los pensamientos surjan y digan: qué hora es, qué voy a hacer esta noche, o piensan en algún problema que yo tengo, no en este momento, en algún momento imaginario en el futuro. Es muy fácil perderse en un pensamiento, es tan fácil, que todo el mundo se ha perdido en
pensamientos que nunca dejan de fluir.
Es... la incapacidad de dejar de pensar, estamos como poseídos por una entidad, y eso ha tardado muchos miles de años para llegar a este punto donde la joven humanidad esta poseída por la mente analítica de la mente que produce un pensamiento tras otro, y la identificación con un pensamiento tras otro es la vieja conciencia cuyo reflejo vemos todavía en el mundo, especialmente cuando ponemos la tele y vemos las
noticias... eso, eso es la locura... de la vieja conciencia que ha dominado la historia de
la humanidad, con miles, y miles de años, la completa identificación con la mente, los
humanos han perdido la conexión con la profundidad de su ser. Perdido o, podemos decir
que no saben que existe dentro de ellos, una dimensión mucho más profunda que le fluir
de los pensamientos con los que casi todos se identifican. ¿Qué significa se identifican?
Significa que ellos ¡son los pensamientos! No hay una conciencia que sabe que este es un
pensamiento, cada pensamiento me capta, y entonces estoy en él con mis sentidos, el
yo, un yo, se unen con el pensamiento, la identidad, entonces cada pensamiento y todos
los pensamientos son condicionados por el pasado, los pensamientos que tenemos en
este país son diferentes de los pensamientos que la gente tiene en otra cultura, otro
país, o lo que es igual, es la identificación, la completa identificación con cada
pensamiento, entonces yo, otra manera de decirlo, es que yo creo en cada pensamiento
que surge en mi mente, entonces para mí es una verdad, cada juicio, cada
interpretación que surge en la mente, estoy tan identificado con el movimiento de los
pensamientos, que para mí cada pensamiento es una absoluta verdad, y creo en él
(breve risa de E.T. dejando de manifiesto lo ridículo de la situación).
No solamente eso si no que todo el sentido de quien soy yo esta vinculado a los
pensamientos, vivo con el sentido de quien soy dependiendo de lo que me digan mis pensamientos de quien soy, del pasado, o sea, cada uno tiene una voz en la cabeza que habla, el dialogo interior, los pensamientos, y hay quien tiene dos, o tres, o cuatro voces principales, y hay mucha gente que tiene una voz que está luchando con otra voz, con todos los pensamientos. Una voz cada vez dice: ¡tú no sirves para nada! Y la otra voz dice: ¡yo hago lo que puedo, no puedo hacer más! ¡Sí pero tu nunca, nunca haces lo que debes hacer! ¡Sí pero...! Y así mucha gente pasa su vida... su identidad, depende de sus
pensamientos, que son el pasado, un reflejo del pasado.
O sea, esa falsa identidad, es el falso sentido del yo, es condicionado por el pasado,
entonces nuestra identidad depende de nuestra historia personal. Cada persona que
todavía se identifica completamente con los pensamientos, toma su identidad de su historia personal, una historia, lo que yo he sufrido, el sufrimiento que otros me han infringido, o lo que yo he hecho, las cosas que he conseguido o no conseguido, mi éxito, mi fracaso, mis relaciones, algunas fracasadas también... la historia del yo. Hemos reducido nuestra identidad a eso, una pequeña historia... y ese yo falso, mental lo podríamos llamar el ego, vive en un estado casi permanente de insatisfacción, siempre o casi siempre falta algo en mi vida, pienso que sé que es aquello que falta, y en otros momentos sólo tengo un oscuro sentimiento de que algo no está bien... (breve risa de E.T. dejando de manifiesto lo ridículo de la situación). Esto es la manera normal de vivir,
ese sentido de “algo” falta, soy incompleto, mi historia todavía no se ha cumplido, no ha
llegado a su final feliz. Mi historia es... no me satisface, mi historia no me llena, este
yo, es un yo que no está, que nunca está contento con su tiempo, y siempre está
mirando donde puedo conseguir lo que me falta para que sea completamente yo.
Entonces viene la otra parte del falso yo que es su absoluta necesidad del futuro, porque mira hacia el futuro, al momento próximo para completarse, para llenarse, y es un factor mental muy profundo, un condicionamiento muy profundo, la incapacidad de vivir plenamente en el único sitio donde existe la vida que es el momento presente, y buscar la vida en el momento próximo... (breve risa de E.T.) Todos los que están todavía completamente identificados con la mente, viven inconscientemente de ese modo, buscan su salvación, podemos decirlo así, sí, buscan su salvación, en el próximo momento, o después de este momento, de dos o tres momentos, en el futuro, cuando haya alcanzado esto o aquello, haya encontrado la persona que me va a llenar, que me va a hacer feliz, o me haya encontrado otra situación de vida, entonces yo podré ser feliz; hayan ganado la lotería, diez millones en el banco, entonces podré ser feliz, y yo he leído dos o tres libros sobre gente que ha ganado grandes cantidades en lotería, y en el 90% de los casos, sus vidas han empeorado, han sido más infelices con sus ganancias que antes. El mismo patrón mental de antes estaba todavía operando, la infelicidad sólo
se hacía un poco más grande, primero puede ser infeliz en el pequeño cochecito, y
después puede ser infeliz en el Rolls Royce, o infeliz en un pequeño piso, o infeliz en una
casa muy grande, con muchos sillones muy confortables, eso no depende del contenido,
depende de la estructura de la mente, esas búsquedas en el futuro para completarme,
no digo que no podemos hacer cosas para el futuro, casi todo lo que hacemos requiere
tiempo, cada cosa que hacemos necesitamos tiempo para completar las cosas en este
mundo práctico.
Lo único para lo que el futuro no sirve es para encontrarnos a nosotros mismos,
completarnos, encontrar como Jesús nos dice, la vida, estoy traduciendo del inglés, hay
varias traducciones aquí, Jesús dice: “Yo quiero que tengáis una abundancia de vida”, es
una traducción, otra traducción dice: “Yo quiero que tengáis vuestra vida llena”, ¿de qué está hablando Jesús si dice quiero que tengáis vida? O a veces lo llama vida eterna, todo el mundo lo interpreta pensando que es tiempo que no termina nunca... eterno no significa eso, si no significa “no tiempo”, vida que no depende, que no está sujeta al tiempo, o sea que, si Jesús habla de abundancia, o lleno de vida, no está hablando de cosas porque nosotros, la poca conciencia del ego, busca la plenitud de vida en objetos, no sabe hacer otra cosa, entonces dónde está el próximo objeto que me va a llenar, y objeto para algunos son objetos materiales, y para otros son objetos mentales donde está la explicación del universo, donde está la teoría nueva que me va a satisfacer, donde está la creencia nueva con la que me voy a identificar, o sea, hay también objetos mentales, buscamos en objetos a nosotros mismos, y si Jesús se refería a objetos, entonces el reino de los cielos ya ha llegado, está la otro lado de la calle, en el centro comercial, donde hay gran abundancia de objetos. Pero no se refería a eso si no ha algo que no tiene nada que ver con añadir cosas, ni cosas materiales, ni cosas mentales, ni cosas emocionales, hay gente que busca una emoción fuerte, pero entonces, en poco tiempo sienten que viven más intensamente, o tienen que ir a una película, entonces una emoción de segunda mano, por un momento me siento más vivo, y después llego a casa y regresa ese sentimiento de falta, de que algo falta otra vez, entonces busco una relación sexual estimulante, ¡ah! Y me siento más vivo y después llega siempre un final y vuelve ese sentimiento subyacente que dice “no he llegado”.
No digo que no debemos comprar cosas, o tener cosas bonitas, o tener emociones, o
tener relaciones, todo eso tiene su lugar en este mundo, pero si buscamos satisfacción,
esperamos encontrar a nosotros mismos a través de esos objetos físicos o mentales, o
emocionales, eso son formas, por eso los llamo objetos, algo que tiene una forma. El ego
dice no soy suficiente todavía, necesito identificarme con más formas. Algunos allegados
buscan su esposa o su esposo de ese modo, ¿cuál es la que me completa más? Entonces si
soy un hombre rico escojo una que tenga aspecto bello, y entonces todo el mundo ve y
admira que el tenga esa mujer tan bella, eso es otra identificación, o al revés.
O sea, este mundo de objetos tiene su lugar pero nunca nos encontraremos a nosotros mismos allí. Es la conciencia de los objetos, y todos los que están identificados con la mente y los pensamientos están atrapados en la conciencia de los objetos, pues cada pensamiento es un objeto de la mente, y surge y después se desvanece, y otra vez surge y se desvanece, y cada uno me capta, es la conciencia de los objetos. Y para el mundo de la vieja conciencia no existe otra cosa, se ven a sí mismos como objetos mentales...
(risas de R.T.) y eso está descrito en el antiguo mito griego de Narciso. Narciso era un
joven, dice el mito, y en aquella época no había espejos, un joven que vio por primera
vez su imagen en el agua, y el mito dice que se enamoró de su imagen, y después algo le
fue mal ¿no? No me acuerdo exactamente lo que le pasó, pero no fue bueno, algo malo
le pasó después.*
*Nota del transcriptor: Hay dos versiones del mito, y en ambas muere Narciso, una de
inanición al no poder apartarse de su reflejo en el lago, y la otra porque se lanza al agua
atraído por su reflejo y muere ahogado.
Este mito indica lo que nos ha pasado a todos, esa imagen es el objeto que hemos creado inconscientemente un objeto mental, y decimos soy yo, este soy yo, y tenemos una relación con nosotros mismos... (risas de R.T.) una cosa extrañísima; tengo una relación conmigo, Narciso, dice el mito que él se enamoró de sí mismo, creo que una
explicación más apropiada sería decir que fue el principio de una obsesión consigo
mismo. Eso significa que ha creado un objeto y dice: este soy yo. El objeto consiste en
pensamientos, yo y mi vida, yo y mi historia, y las emociones que me acompañan, estos
pensamientos del yo, del yo mental, un objeto mental, hemos creado y pensamos que
eso es todo lo que somos, hemos perdido el contacto con la comprensión profunda, del
ser, de lo que somos, la dimensión en la cual el tiempo no tiene existencia. Y los
buscadores espirituales, desgraciadamente la mayoría de ellos, sin saberlo, tienen en su
mente el mismo patrón que dice: tú vas a conseguir la iluminación en algún momento
próximo, en algún futuro. ¿Y qué es el futuro? .
Nosotros, nosotros no, el mundo, la antigua conciencia, la vieja conciencia... cree
encontrarse en objetos, se ha convertido a sí mismo en un objeto, y dice que el futuro es más importante que el presente, es una experiencia inconsciente, ahora buscamos hacerlo consciente, pero es una creencia muy fuerte que el momento próximo es más importante que este ¿por qué? Por que yo pienso, creo que me voy a encontrar o completar en el futuro, por eso es tan importante, incluso alguien que está tratando de terminar algún trabajo se está proyectando hacia el final del trabajo mentalmente,
quiere llegar allí pero está haciendo el trabajo mentalmente aquí, mientras está haciendo el trabajo aquí se está proyectando al futuro también quiere llegar, por eso esto es el principio del estrés, todo el mundo está sufriendo eso, es una civilización que padece esta enfermedad mental que llamamos estrés. Palabra inglesa que se ha convertido en palabra española también, porque ha venido tan recientemente que no ha
habido tiempo de crear una palabra española... (risas de R.T. y el público). Y vivir en un
estado de estrés es una enfermedad mental, no sabemos que es una enfermedad mental
porque todo el mundo sufre de la misma enfermedad, entonces no sabemos que es una
enfermedad, es la enfermedad de nuestra civilización.
El yo ha hecho el momento próximo más importante ¿por qué? Porque está esperando inconscientemente encontrarse al sí mismo a través de algo que va a encontrar en el momento próximo. Incluso una persona que está trabajando intensamente aquí, proyectándose allá, está haciendo lo mismo, está buscando su salvación en el momento próximo, y dice que este momento no es bueno, lo estoy utilizando solamente como un paso hacia algo que es más importante. Entonces estoy siempre en camino hacia lo que sea, esto de estar en camino hacia es la enfermedad. No estoy negando que necesitamos
tiempo para completar carreras, cosas en el mundo práctico, no es ningún problema, lo
que no podemos es encontrar lo único que tiene verdadero valor en este mundo, lo único
que tiene absoluto valor absoluto, y esta única cosa no la podemos encontrar a través
del tiempo, o a través del futuro, porque se esconde, precisamente donde el yo mental
nunca lo buscaría, y ahora se está escondiendo lo más importante, y la mente tal vez
dice: ¡entonces, díganos lo que es...! (risas de R.T. y el público). Y con esto ¿qué ha
hecho la mente? cuando dice: entonces estamos esperando, díganos lo que es, no
tenemos mucho tiempo... (risas de R.T. y el público) ¿Cuál es la respuesta, el secreto de
la vida? Entonces la mente está pidiendo otro objeto mental, por que está diciendo
“dame ese objeto”. ¿Y qué es?
Citando otra vez a Jesús, Jesús dice: el reino de los cielos, es una vieja manera de
hablar; reino, hoy en día habría dicho dimensión, las dimensiones; y otra vieja palabra,
cielo, si decimos cielo lo primero que hacemos es mirar en esta dirección (señalando al
cielo), porque en realidad el cielo está ahí, y efectivamente muchos religiosos han
mirado allí buscando a Dios en el cielo. Y Jesús dice que la dimensión espiritual no va a llegar con señales que tu puedas observar, no podrás decir allí está o aquí está, si no que está en medio y dentro de nosotros mismos, o sea que es eso que hemos dicho, que no es un objeto mental, no es algo que podamos decir aquí está. La conciencia de los objetos nunca puede encontrarlos, pero siempre intentará convertirlo en un objeto, y ese es desgraciadamente, el gran error de las religiones.
Al principio de las religiones hay una verdad, una verdad fundamental, después viene la
mente humana y convierte esa verdad en un objeto mental, lo capta la conciencia, los
sujetos buscan cosas que captar, una idea, entonces la verdad profunda apunta hacia la
dimensión que somos, más allá del mundo de los objetos, más allá de los pensamientos,
más allá de las emociones, apunta hacia esa dimensión, y la mente humana no lo
entiende y lo convierte en una ideología, una serie de creencias, yo creo esto, esto y
esto ¿y tú? Entonces si dices yo creo exactamente lo mismo, esto, esto y esto, entonces
bien, tu tienes razón, tenemos razón, hemos encontrado la verdad... Y otro dice yo creo
esto, esto y esto pero no creo esto... ¡Ah...! ¡El enemigo! (risas de R.T. y el público) Esto
ha sido expresiones, manifestaciones de la vieja conciencia humana, y entonces
conviertes a otro humano en un enemigo porque no cree una cosa que tú crees,
solamente cinco cosas que tú crees pero una no... ¡Mátale!
Es una enfermedad mental colectiva, y lo mismo en la política, en las ideologías
políticas. O sea, el reino de Dios, o el reino del cielo se ha convertido en un objeto, en
una creencia de lo que es el reino, una dimensión. La mente pregunta pero no voy a
explicar a la mente lo que es. Vamos a encontrar eso por otro camino. Hasta ahora
hemos hablado de las cosas que podríamos llamar obstáculos, o ilusiones, es importante
que veamos las ilusiones de nuestra vida, si no, nos perdemos cada vez, otra vez en las
ilusiones, si no las reconocemos. Se podría decir, hasta este punto hemos hablado de las
malas noticias de la mente humana, esto es importante, tenemos que reconocer lo
ilusorio de la mente como ilusorio, tenemos que reconocer estas cosas, y este es el
principio a partir del cual podremos ir más allá.
¿Cómo llegamos? Si la ilusión es la identificación con los objetos físicos, mentales,
emocionales y todo eso de la conciencia de los objetos ¿cómo vamos a otra dimensión
que no tiene nada que ver con objetos y formas? Y la respuesta, el punto de entrada,
como ya hemos mencionado anteriormente, está aquí, el punto de entrada está en el
momento presente, y la mente no sabe exactamente de lo que estamos hablando,
porque hay un aspecto superficial de lo que llamamos momento presente que es lo único
que la mente conoce, luego hay una dimensión más profunda de lo que llamamos
momento presente, de la cual la mente no sabe nada, no puede nunca saber nada.
Empezamos entonces, o nos aproximamos a lo profundo del momento presente. En
primer lugar, tomando conciencia de la forma del momento presente.
La mente piensa que hay muchos momentos en cada día, en cada hora hay muchos
momentos, pero si ves más claramente te das cuenta que no hay muchos momentos
porque mi vida siempre es ahora, siempre es el momento, nunca mi vida no ha sido
ahora, nunca será no ahora, mi vida y este momento son una misma cosa. Lo que pasa es
que la forma del momento, el único momento que hay, cambia constantemente, lo único
que queda es algo que no tiene forma, y ese algo no es algo, es únicamente algo cuando
hablamos de eso, pero no tiene forma y no es un objeto. Volvemos un momento a la
superficie de este momento ¿Qué es este momento? Estamos aquí, el contenido de este
momento, esta sala, la luz, una persona sentada aquí, personas sentadas en sillas allí, yo
siento el peso de mi cuerpo en la silla, yo veo, hablo por todos, yo veo lo que nos rodea,
el techo, el suelo, la voz de esa persona que habla, siento que estoy respirando, siento
lo que mis manos tocan, tal vez hay algún pensamiento que pasa por la mente, todo eso
es el contenido de este momento, tal vez hay una emoción, tal vez hay algún
sentimiento también en este momento, tal vez hay un pensamiento que dice “de que
diablos está hablando, no entiendo nada”. Bien, desde aquí no hace falta analizar, ni
siquiera hace falta entender, en efecto no se puede ir más allá de ese punto con el
entendimiento, con el pensamiento. Hablamos del contenido de este momento, interior,
exterior, es lo que es, y total cambia dentro de dos horas, todo habrá cambiado, el
contenido del momento presente habrá cambiado para cada persona. Otras cosas van a
representar el contenido de este momento, todo es muy transitorio, todas las formas
que aparecen en el ahora son transitorias, una forma aparece y desaparece, esa sala
aparece en el... espacio que es este momento. Después otra cosa, y digo después desde
el punto de vista de las cosas, aparecen otros objetos, un constante cambio, lo único
que queda, mi vida es siempre ahora, hay algo en lo cual aparecen las formas de este
momento, podemos disfrutar lo que es esto, si hay un espacio entre nuestros
pensamientos, y mi sugerencia es utilizar esta posibilidad en este momento para
permitir que haya un espacio entre los pensamientos en este momento. Estoy diciendo
que no hace falta... pensar, en este momento... ¿para qué?
Yo no pienso, las palabras surgen del espacio, tienen forma y se disuelven, queda el
espacio, queda el silencio interior, queda un estado de alerta y sin contenido, un estado
muy simple en el cual la conciencia está alerta sin llenarse con objetos. Sí, cada palabra
que surge de ese espacio, sí, cada palabra es un objeto, pero hay espacios entre las
palabras, y yo soy consciente de ese espacio…
... Soy consciente del espacio entre dos pensamientos, no estoy durmiendo, estoy muy
despierto, sin nombrar o interpretar este momento, las formas que representan lo
exterior del momento están aquí. Yo soy el espacio más allá de las formas, el espacio no
puede ser conocido como algo, algo es forma, y este espacio que no puede ser conocido
como forma es el yo soy profundo, nada que ver con el pasado o el futuro, el yo
informe, sin forma. Le podríamos llamar la conciencia misma, esto es la realización del
yo profundo eterno. Esta es la conciencia del espacio, todo lo demás es conciencia de
objetos, el mundo está perdido, extraviado en la conciencia de objetos, por eso es un
mundo infeliz, por eso es un mundo de sufrimiento, y nunca puedes escapar de este
mundo de sufrimiento si no encuentras esa dimensión que no tiene nada que ver con los
objetos mentales.
Simplemente espacio interior, una quietud... que no solamente está aquí cuando
estamos quietos. Podemos ser conscientes de esa dimensión incluso haciendo cosas, lo
importante es realizarte, no hace falta continuamente nombrar las cosas que suceden en
el mundo de los objetos, interpretar inmediatamente cada persona, encuentras cada
situación, una cosa más pequeña, pones etiquetas a todo lo que pasa mentalmente,
entonces pierdes conciencia del espacio. La práctica es las cosas que aparecen en el
momento presente, las formas exteriores, interiores, lo importante es no resistir las
formas que aparecen en el momento. No vivir en un estado de resistencia interior o
negación de las formas del momento presente, tenemos que permitir, y eso se llamaría
la alineación con el momento presente interior, la más esencial práctica espiritual, creo
que la palabra es alineación interior con la forma del momento presente.
Al ego no le gusta esto, porque el falso yo, como hemos visto, vive en continua oposición
contra el momento presente o lo niega, está mirando hacia otro momento que no es más
que un pensamiento, el futuro no es más que un objeto de la mente, si el futuro fuera
más que un objeto en la mente, alguna persona, un explorador, como Colón hubiera
encontrado el futuro, pero hasta ahora no ha habido nadie que pueda decir: he
encontrado el futuro, y si encuentras el futuro se ha convertido en un presente, porque
no existe, excepto en la mente como pensamiento, es útil para las cosas prácticas, pero
más allá no tiene ningún sentido. Si hablamos de las cosas importantes, de quién somos,
de lo que otra persona es, todo esto no tiene ningún sentido vivirlo en el futuro o en el
pasado, porque es pensamiento nada más, y el pasado no existe, no existe. Mi memoria
del pasado es algo que surge como forma en este momento, y cuando pasó lo que pasó
en el pasado, fue en el momento presente. El momento presente tiene forma en la
superficie, y no tiene forma en su esencia, es el espacio, y lo mismo, lo que acabo de
decir del momento presente, también es verdad para cada humano.
Forma y lo que es más allá de la forma del yo, la forma del yo es la persona temporal, el
fin de las personas se encuentra recurriendo a todos de visita de vez en cuando, no
solamente a ellos, como meditación, con todos sus deseos y sus temores, y sus dramas, y
sus ambiciones. Recomiendo visitar un cementerio una vez al mes. En esa actitud
contemplas lo transitorio de las formas, interpretando también es un modo de encontrar
dentro de ti lo que no tiene forma, lo que no es un objeto, esta simple contemplación
de la temporalidad de todas las formas, la temporalidad de las formas puede ser, puede
hacerse un portal a través del cual encontramos lo que es más allá de las formas.
Entonces la práctica es encontrar una nueva relación con la vida, que es simple, el
momento presente, y esa nueva relación con la vida es muy diferente de la relación que
el falso yo, el ego tiene con la vida. El falso yo es el que ha convertido el momento
presente en un obstáculo o en un enemigo, que trata de llegar a otro punto siempre, o
que para el falso yo el momento presente nunca es suficiente, no le gusta este
momento, en ningún momento le gusta y si rara vez hay un momento que le gusta, este
pasa muy rápidamente, entonces se queda en el mismo estado que antes. Este conjunto
no contra el momento presente, contra el falso yo, el falso yo se sostiene con este no
contra la vida, es inconsciente claro, estamos haciendo consciente lo inconsciente, para
poder ir más allá, este falso yo, el no contra la vida del ego. Así es como el ego se opone
al momento presente de un modo u otro, y así se nutre, es la oposición contra que el
falso yo necesita, las quejas mentales, son solamente un aspecto de eso. Y hay muchos
egos que están en un estado casi constante de quejas mentales, a veces uno solamente
los piensa y a veces salen de la boca, escúchame yo, el ha hecho, ha dicho esto, ¡cómo
se atreve!
Se quejan de cosas, se quejan de situaciones, se quejan del tiempo, se quejan del país,
se quejan de todo. Si se fueran de vacaciones, inmediatamente encontrarían algo de que
quejarse, esto no es bueno, este hotel, la cama no es buena, siempre encuentra algo y
es una de las formas a través de las cuales el ego se sostiene, se siente más fuerte en
esa oposición contra lo que es, oposición contra lo que es. Ya se ve que es algo demente,
es una demencia la oposición contra lo que es, es, lo que es ya es, opone lo que es o sea
que el estado normal, que significa loco, el estado normal es esa oposición contra la vida
de ese falso yo. Cuando lo ponemos así vemos lo loco que es, oposición contra la vida,
yo contra la vida dice el ego, así se percibe a sí mismo, yo contra el universo, aquí estoy
yo y allí el resto del mundo, y el resto del mundo me amenaza, pero también lo
necesito, o sea, estoy en conflicto, necesito las cosas del mundo pero al mismo tiempo
es una amenaza, y así vive el ego, quiero más de eso pero estoy contra eso, porque
necesito llegar allí, lo más. Demencia mental normal que ha producido la historia
humana. Estoy comiendo, y me leo un libro de historia del siglo veinte, es suficiente
para que cada persona vea que la mente colectiva humana padece de una enfermedad
grave mental.
Convertimos este no inconsciente a un sí consciente, y aceptamos la forma de este
momento como es. Abandonamos la resistencia porque hemos reconocido que la
resistencia contra la vida es demencia, y la pones cada día aquí, el ahora aquí. Una
nueva relación con el ahora, una nueva relación, una relación abierta y amistosa con la
vida, con la forma de este momento, sea lo que sea. Esta es la práctica espiritual más
eficaz que hay, y la más simple. Continuo alineamiento con las formas del momento
presente. Sí, es así, aceptar lo que es, y si la acción es necesaria se puede actuar, la
base de la acción eficaz es estar alineado con la vida, entonces cada acción es mucho
más eficaz que la acción que viene de la negatividad que va con el no.
Es demasiado simple casi para la mente, que quiere una práctica espiritual más
complicada, dame la práctica más complicada, la más especial, y dígame cuanto
tiempo, cuantos años necesito para llegar a la paz, ok, esa práctica está aquí, contiene
cincuenta pasos, cada paso es medio año, y llegarás dentro de veinticinco años a la meta
¡Ah que bien, gracias! Ahora en los próximos veinticinco años puedo practicar como
llegar al futuro, esto le gusta al falso yo, le da algo de comer, le da tiempo, porque el yo
dice dame tiempo y va a llegar. Pero aquí esta práctica no requiere tiempo, aceptar este
momento como si lo hubieses elegido, esta práctica no requiere tiempo... (risas) no
necesita un día, o un año o dos minutos, para esta práctica solamente necesitas este
momento, lo llamamos momento pero es siempre el mismo momento que tiene formas
diferentes, aceptar cada momento como si lo hubiésemos elegido, porque la totalidad
del universo ha producido la forma de este momento, no puede ser otra cosa que lo que
es, no se puede discutir con lo que es, es una locura discutir con es, lo que es, ya es, no
es posible la discusión, cada discusión es demencia, la naturaleza no tiene discusión con
el es, el agua, una flor, el animal vive todavía en esa alineación pero inconsciente,
nosotros hemos perdido la alineación con la vida y ahora la estamos encontrando otra
vez, y ahora es mucho más profunda que antes, cuando éramos gente normal en el
llamado paraíso de la mitología.
Y si aceptamos la forma, y la práctica, es un momento, solamente, solamente este
momento, aceptamos la forma, entonces interiormente se abre el espacio. Entonces
nosotros somos espacio para lo que suceda, somos espacio para cada situación, somos el
espacio para cada sufrimiento, y muy de repente vemos que si nosotros llevamos esa
dimensión a este mundo, esta dimensión del espacio que no lucha, que permite que la
forma del momento sea como es, si no buscamos lo que es, entonces esta ausencia de
juicio, es también la ausencia de pensamientos que imponemos sobre el mundo, la
ausencia de este involuntario nombrar las cosas continuamente, se abre si yo digo sí al
momento presente, y lo siento, es decir, si no es algo solamente mental, me abro a la
vida, y entonces siento en el fondo lo que no tiene forma, el yo atemporal. El yo no
tiene nada que ver con la historia personal, lo siento como una presencia, como un
espacio en el fondo en este momento, palabras, percepciones visuales, en el fondo
siento mi propia presencia, no es mi propia pero de momento lo llamamos así, mi propia
presencia, pero va mucho más allá del pequeño yo, a través de esa presencia, que es
simplemente un estado de alerta espacioso, eso, simplemente eso. Lo que el maestro
Zen solía responder, cuando la gente le preguntaba, explícame por favor el significado
del Zen, el maestro sólo mostró el dedo y dijo, no dijo nada... espacio, alerta,
espacio... esto es Zen, y la gente pasa treinta años en monasterios y no lo coge ¡es tan
simple!
Algo muy revolucionario está pasando, un cambio de ser dominados por pensamientos a
un estado donde el pensamiento se hace secundario, ya no es lo más importante en mi
vida, es solamente una cosa práctica, el pensamiento disminuye en importancia, y algo
está surgiendo que sustituye el pensamiento que es “consciencia no condicionada”. La
conciencia, nada que ver con el tiempo, inteligencia misma. Cada ser humano que es
creador, artistas, incluso científicos, dicen que cada creación surge, si es una creación
verdadera surge del espacio, cuando los pensamientos están callados. Todo el amor que
el ego no entiende, porque el ego dice: yo te amo y si me abandonas te odio, eso no es
el amor verdadero, el solamente entra en tu vida a través de ese espacio interior, no a
través de los pensamientos, y no es una emoción, es mucho más profundo que una
emoción.
El cambio revolucionario, es que el pensamiento ya no tiene esa importancia en tu vida
que tenía antes, el pensamiento ya no sirve para decirte quién eres, que vibración,
porque está atrapado en una pequeña historia que te cuentas en la cabeza o que
cuentas a otras personas. Un pasatiempo favorito del ego, te cuento mi historia,
escuchen, he sufrido mucho, la vida me ha tratado muy mal, por ejemplo, o puede ser
una historia de grandes éxitos, espera unos cuantos años y cambiará ¡mis éxitos! ¿has
visitado el cementerio últimamente? (risas) Y en todos nosotros esta nueva dimensión
está surgiendo, reemplazando el continuo pensar, reemplazando esto. Esto nos damos
cuenta si vamos por la calle y estamos haciendo esto y lo otro, en casa, hay espacios en
los cuales no pensamos, estamos despiertos, sin interpretar ese momento, es como es y
somos el espacio para la acción, somos el espacio para la perfección. Lo único que
enseño es, en esencia, la libertad de pensamiento, no tengo que ofrecer otra cosa, esto
es la nueva conciencia. Podemos seguir utilizando la mente muy eficazmente, sí, cuando
la necesitamos. Pero es la capacidad, la enseñanza es, tú tienes la capacidad de ir más
allá del pensamiento, y desde el punto de vista del pensamiento, tú entras en un
territorio peligroso, porque el pensamiento dice, tú ya no sabrás lo que está pasando, si
dejas de interpretar a cada persona, si dejas de interpretar cada cosa que ocurre ya no
sabrás lo que está pasando, y es verdad desde el punto de vista del yo falso, los
conceptos ya no son importantes, los utilizas cuando son necesarios. Pero en ti hay un
saber mucho más profundo que el saber a través de conceptos mentales, un saber que
está en el estado... sin pensamiento, de quietud, de alerta.
Esta es la inteligencia no condicionada, el estado de alerta, más allá de los
pensamientos que no se pueden nunca captar, decir ¡ah! Aquí está, porque es la esencia
para todo, porque nunca podrá hacerse un objeto, en este sentido se puede decir: nunca
puedo conocerme a mí mismo (risas), puedo ser yo mismo en una unión profunda con el
ser que es más grande que el yo, que es el ser universal, a veces llamado dios. Yo puedo
ser realizable como parte de eso pero, pero este estado no puede decir soy esto, soy
aquello, ya no sé quien soy porque no tengo ningún pensamiento para decirme quien soy.
Definiciones de quien soy no me interesan, tendría que definir lo infinito que es la
esencia, la identificación de sí mismo a través de pensamientos, es una enfermedad
terrible. Continuamente me estoy diciendo ¿quién soy? Todo es muy limitado,
definiciones, tú eres eso, tú eres aquello... definiciones... lo hacemos con otras
personas, y reducimos a las personas a algunos conceptos mentales, a unos juicios.
De esto habla Jesús cuando dice: no juzgues, si juzgas a otros te juzgas a ti mismo, si
pones en tensión a otras personas con el poder mental, tu mismo has entrado en la
presión mental. Sin definiciones... que libertad, ver el mundo como un niño, pero con un
saber que el niño no tiene todavía, todos sabemos que si miras a los ojos de un niño de
un año, allí aún no hay definiciones, por eso mucha gente, de repente se siente con más
vida cuando van de visita y ven a un bebe de un año, y le miran a los ojos y los ojos son
libres de definiciones y pensamientos, está simplemente una luz. Y cada persona sabe
inconscientemente que ese niño no me está juzgando, por eso encuentro esa libertad
cuando encuentro algo, una forma de ser que no me juzga, me encuentro a mi mismo,
empiezo a encontrar una dimensión dentro de mí mismo sin forma, la dimensión sin
forma, si alguien no me impone definiciones, esto es la bendición de vivir, si tu practicas
este modo de ser, la bendición que llevas a cada persona que encuentras y no le impones
definiciones, juicios, es la liberación. Los gatos, los perros no te juzgan, por eso la gente
lo único que quieren para sentir un poco una relación con el ser, es con su animal, con
los humanos hay tantas cosas mentales en medio que no lo sienten todavía, sólo con el
animal sienten esa conexión profunda, por eso los animales se han hecho tan
importantes en este mundo, son la única salvación para mucha gente, lo único que les
inspira el contacto con el ser. Ahí el perro no me juzga...
He visto un adhesivo detrás de un coche que dice: “dios por favor conviérteme en la
persona que mi perro piensa que soy” (risas). Es maravilloso tener ese contacto con
animales, pero tenemos que ir más allá, no solamente que tengamos contacto con los
animales, o los bebés, está dentro de nosotros. La práctica es... la práctica del
momento, nada más, las formas son percibidas como un sí, así es. Entonces tú eres el
espacio para todo, para todas las formas. Esto es la liberación de las cosas, liberación de
los pensamientos que también son cosas, la liberación del mundo. Y entonces la vida se
hace equilibrada, y vives en dos dimensiones al mismo tiempo, una la dimensión del
mundo, pensamientos de vez en cuando todavía vienen, algunos son útiles, otros vienen
y tienen poca importancia ya, los pensamientos ya no te hacen sufrir si hay la otra
dimensión. Es más, los sufrimientos no vienen de las situaciones, vienen de tus
pensamientos a cerca de las situaciones, es como los pensamientos, juzgan la situación y
esto produce el sufrimiento. Los pensamientos entonces ya no tienen poder de hacerte
infeliz, están ahí, algunos bajan por la mente como nubes por el cielo...
Esta dimensión de las formas queda y tu haces lo que puedes en la vida cotidiana, y
mientras en el fondo, si el momento presente no es resistido, en el fondo hay un espacio
de alerta, y tu sientes en el fondo del ser este espacio, que es la presencia del ser. Y
esto, cada situación, tiene las dos dimensiones, tú actúas, a veces hay que hacer cosas
en este mundo, respondes, pero siempre en el fondo entras en todo lo que haces y
dices, y esta paz no es de este mundo, no es de este mundo porque este mundo es
forma, y esta paz es lo que no tiene forma. Y el propósito de tu vida, en la superficie,
cada uno tiene su propio propósito hacia otras cosas en el mundo de las formas, en el
fondo el propósito de cada vida humana es el mismo, y este es... vivir en las dos
dimensiones y ser como una... como una puerta para la dimensión informe, entonces
fluye, entra en el mundo de las formas y convierte el mundo de las formas en algo que
ya no es hostil, el mundo se hace... la palabra es bondadoso, el mundo ya no es
amenazador u hostil.
Solamente si tú luchas contra el es de este momento, entonces experimentas el mundo
como algo hostil, todavía la mayoría de la humanidad experimenta el mundo como
hostil. Y esto cambia porque el mundo es un reflejo de tu estado de conciencia, nada
más, si el estado de conciencia cambia, entonces tu encuentro con el mundo es, la cara
que tu muestras al mundo es amistosa, por decirlo así, y entonces el mundo refleja esto,
si tú no enfrentas el mundo con hostilidad, el mundo siempre se reduce a la forma de
este momento, es el único sitio donde puede experimentar uno, si tú no enfrentas el
mundo con hostilidad, el mundo tampoco va a reflejar hostilidad, no puede, es la
transformación del mundo a través de la transformación de la conciencia humana, o sea,
no hace falta que empecemos a pensar: cómo puedo transformar el mundo, imposible,
podemos formar comités, hablar cien años sobre como transformar, hay tantas cosas que
no van bien ¿por donde empezar...? (risas). La buena noticia es que no hace falta. Lo
más esencial es la nueva conciencia, entonces la nueva conciencia transforma el mundo
a través de ti, de esa forma temporal, transitoria, entonces tú encontrarás acciones que
transforman cada segundo invisiblemente, y también a través de palabras que de
repente vienen a tu boca, y también acciones que tú tomas en ciertas situaciones en el
mundo que son acciones que vienen desde lo profundo del ser, y llevan esa energía de
paz, no son acciones cargadas con negatividad, porque no puedes cambiar el mundo y
hacer un mundo mejor si tus acciones llevan un caldo de negatividad, es una acción que
produce más karma, más sufrimiento.
El nuevo mundo es el reflejo de este cambio... interior. Este es nuestro destino, más allá de los pequeños destinos personales que tenemos cada uno, cada uno el suyo, las cosas
que haces, donde vives, estas son las cosas personales, pero más allá cada ser humano
tiene la misma composición, esta dimensión, reconectar con esta dimensión perdida
hace mucho, mucho tiempo, reconectar con esto, que no tiene forma, que es el espacio
mismo de la conciencia. Dejad de pensar constantemente y todo lo demás sucede por si mismo, a través de la forma. Esto es todo lo que necesitamos... (aplausos).
Eckhart Tolle. Conferencia en Barcelona “El despertar de la consciencia”
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