miércoles, 24 de noviembre de 2010

"Pide y se te dará" Aprende a manifestar tus deseos. Abraham Hicks.



La pregunta que nos plantean con más frecuencia nuestros amigos físicos es: ¿Por qué me lleva tanto tiempo conseguir lo que deseo?

No es porque no lo desees con la suficiente intensidad.
No es porque no seas lo suficientemente inteligente.
No es porque no poseas los suficientes méritos personales.
No es porque el destino esté en tu contra.
No es porque otra persona se haya llevado tu recompensa.

El motivo de que no hayas conseguido lo que deseas es porque te mantienes en un patrón vibratorio que no coincide con la vibración de tus deseos. ¡Ése es el único motivo, no hay otro! Ten presente que si te paras a pensar en ello o, lo que es más importante, te paras a sentirlo, conseguirás identificar la discordancia que hay en tu interior.

Así pues, lo único que debes hacer es liberar, suave y progresivamente, poco a poco, tus pensamientos resistentes, que son los únicos factores negativos. El alivio que experimentarás será el indicador de que estás liberando tu resistencia, al igual que la sensación de creciente tensión, ira, frustración y otras emociones negativas indican que has incrementado tu resistencia.

¿A qué prestas atención?

Aquello a lo que prestas atención hace que emitas una vibración, y las vibraciones que ofreces equivalen a lo que pides, lo cual equivale a tu punto de atracción.

Si en estos momentos deseas algo que no posees, sólo tienes que centrar tu atención en ello y, en virtud de la Ley de Atracción, lo obtendrás, porque cuando piensas en ese objeto o experimentas lo que deseas, emites una vibración, y según esa Ley de Atracción, obtendrás ese objeto o esa experiencia que deseas.

Ahora bien, si deseas algo que en estos momentos no tienes y centras tu atención en el hecho de que no lo tienes, la Ley de Atracción seguirá respondiendo a la vibración de que no lo tienes, de forma que seguirás sin obtener lo que deseas. Así funciona esta ley.


¿Cómo puedo saber qué atraigo?

La clave para atraer algo que deseas hacia tu experiencia consiste en alcanzar una armonía vibratoria con lo que deseas. La forma más sencilla de alcanzar esa armonía vibratoria es imaginar que ya tienes lo que deseas, fingir que ya forma parte de tu experiencia, hacer que tus pensamientos se deleiten con la experiencia, y a medida que practiques esos pensamientos y empieces a ofrecer sistemáticamente esas vibraciones, facilitarás que lo que deseas pase a formar parte de tu experiencia.

Ahora bien, si prestas atención a lo que sientes, te será fácil averiguar si diriges tu atención a tu deseo o a la ausencia de él. Cuando tus pensamientos coinciden a nivel vibratorio con tu deseo te sientes bien, la gama de tus emociones pasa de la satisfacción a la expectativa, al anhelo, a la alegría. Pero si prestas atención a la falta, o la ausencia, de lo deseado, tu gama de emociones pasa del sentimiento de pesimismo a la preocupación, al desánimo, a la ira, a la inseguridad y a la depresión.

Así pues, en la medida en que seas consciente de tus emociones, siempre sabrás si facilitas esa parte de tu Proceso Creativo, y no volverás a interpretar erróneamente el motivo por el que no consigues lo que anhelas. Tus emociones constituyen un maravilloso sistema de guía, y si les prestas atención podrás orientarte hacia lo que deseas.

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Te guste o no, obtienes aquello en lo que piensas.

Según la poderosa Ley de Atracción, atraes hacia ti la esencia de lo que ocupa predominantemente tu pensamiento. De modo que si piensas sobre todo en las cosas que deseas, tu experiencia vital reflejará esas cosas. Por el contrario, si piensas ante todo en lo que no deseas, tu experiencia vital reflejará esas cosas.

Pienses lo que pienses, es como planificar un acontecimiento futuro. Cuando valoras algo, lo planificas. Cuando algo te preocupa, lo planificas. (Preocuparse es utilizar tu imaginación para crear algo que no deseas.)

Cada pensamiento, cada idea, cada Ser, cada objeto... todo es vibratorio, de forma que cuando centras tu atención en algo, siquiera durante un breve espacio de tiempo, la vibración de tu Ser comienza a reflejar la vibración de aquello a lo que prestas atención. Cuanto más piensas en ello, más vibras como ello; cuando más vibras como ello, más atraes a aquello que se corresponde con tu vibración. Esa tendencia en materia de atracción aumenta hasta que ofreces una vibración distinta. Y cuando ofreces una vibración distinta, las cosas que coinciden con esa vibración son atraídas hacia ti, por ti.

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Cuando tus deseos y tus creencias vibran al unísono.

«Lo semejante se atrae», de modo que para obtener lo que deseas la vibración de tu Ser debe corresponderse con la vibración de tu deseo. No puedes desear algo, centrarte ante todo en su ausencia y confiar en obtenerlo, porque la frecuencia vibratoria de su ausencia y la frecuencia vibratoria de su presencia son muy distintas. Dicho de otro modo: para obtener lo que anhelas, tus deseos y tus creencias deben vibrar al unísono.

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Estás en el punto ideal para llegar allí desde aquí.

Nada tiene que cambiar en tu medio o en las circunstancias que te rodean para que empieces a permitir deliberadamente tu conexión con la Corriente de Bienestar.

Aunque te encuentres en prisión, te hayan diagnosticado una enfermedad terminal, estés a punto de arruinarte o en medio de un divorcio, estás en el punto ideal para comenzar ahora mismo. Deseamos también que comprendas que esto no requiere mucho tiempo, tan sólo un conocimiento básico de las leyes del Universo y la determinación de seguir avanzando hacia un estado de «permitir».

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Tus emociones como tu Guía Emocional.

Cuando decidiste encarnarte en este cuerpo físico comprendías perfectamente tu conexión eterna con la Fuente de Energía, y sabías que tus emociones serían indicadores constantes que te marcarían, en todo momento, tu relación actual con la Fuente de Energía.

Por consiguiente, como entendiste que siempre tendrías acceso a este potente sistema de guía, no experimentaste ninguna sensación de riesgo o confusión, sino sólo una sensación de aventura y euforia.

Las emociones son indicadores de tu alineación con tu Fuente de Energía

Tus emociones te indican tu grado de alineación con tu Fuente. Aunque nunca puedes llegar a una falta de alineación con tu Fuente que haga que te desconectes de ella por completo, los pensamientos a los que prestas atención te indican tu alineación o falta de alineación con la Energía No Física que eres. Así, con el tiempo y la práctica, llegarás a saber, en todo momento, tu grado de alineación con quien eres, pues prosperas cuando estás en total sintonía con la Energía de tu Fuente y no prosperas cuando no permites que se produzca esta alineación.

Eres un ser que gozas de poder personal; gozas de total libertad para crear, y cuando lo comprendes y te centras en cosas que forman una armonía vibratoria sientes una alegría indescriptible. Pero cuando te centras en pensamientos que contravienen esa verdad, sientes las emociones opuestas de falta de poder y esclavitud. Todas las emociones forman parte de esa gama, desde la alegría hasta la falta de poder.

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Aprende a prestar atención a tus sentimientos.

Cuando las emociones son intensas —al margen de que sean positivas o negativas— significa que experimentas un deseo intenso. Cuando las emociones son débiles, significa que tu deseo no es intenso.

Cuando las emociones hacen que te sientas bien —al margen de que sean intensas o débiles— significa que facilitas la consecución de tu deseo.

Cuando las emociones hacen que te sientas mal —al margen de que sean intensas o débiles— significa que impides la consecución de tu deseo.

Tus emociones son indicadores precisos de tu contenido vibratorio. Por consiguiente, son un reflejo fidedigno de tu actual punto de atracción. Te ayudan a saber, en todo momento, si facilitas o impides la consecución de tu deseo.

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Quizá creas que no puedes controlar tus emociones, o que deberías controlar tus emociones, pero en cualquier caso deseamos que consideres tus emociones de forma distinta: Te recomendamos que prestes atención a lo que sientes y dejes que tus emociones cumplan con su papel de valiosos indicadores.

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Cuando el indicador del combustible de tu vehículo te indica que el depósito está vacío, no despotricas contra el indicador. Recibes la información que te ofrece y te afanas en llenar el depósito de gasolina. Asimismo, un sentimiento negativo es un indicador de que tu actual elección de pensamientos hace que ofrezcas una vibración tan ajena a tu Fuente de Energía que te impide la plena conexión con la Corriente de Energía. (Podemos decir que tu depósito está vacío.)

Tus emociones no crean, pero indican lo que atraes en estos momentos. Si tus emociones contribuyen a hacerte comprender que tu elección de pensamientos no te lleva por el camino deseado, debes hacer algo al respecto: Reactivar tu conexión y elegir pensamientos más agradables.

"Céntrate en lo que deseas, no en lo que deseas evitar".

Por ejemplo, tu coche está viejo y requiere frecuentes reparaciones... Cuando empiezas a notar que falla, deseas un coche nuevo. Y como ansias experimentar la sensación de seguridad que proporciona un coche nuevo, emana de ti un cohete vibratorio de deseo que la Fuente ha recibido y atendido de inmediato.

Pero como no eras consciente de la Ley de Atracción y el Proceso de Creación, esta nueva sensación de euforia es poco duradera. De modo que en lugar de centrar inmediatamente tu atención en tu nuevo deseo y seguir dándole vueltas a la perspectiva de un flamante y maravilloso coche (alcanzando así una armonía vibratoria con tu nueva idea), piensas en el vehículo que ahora posees, señalando las razones por las que deseas un coche nuevo. «Este viejo trasto ya no me sirve», piensas, sin darte cuenta de que al pensar en tu viejo coche estás centrando tus vibraciones en él en lugar de centrarlas en el coche nuevo que deseas. «Necesito un coche nuevo», explicas, señalando las abolladuras, los arañazos y los fallos del viejo.

Con cada frase de necesidad y justificación de un coche nuevo refuerzas sin querer la vibración de tu molesta situación presente, y al hacerlo, sigues manteniéndote en una discordancia vibratoria con tu nuevo deseo en lugar de mostrarte receptivo a lo que pides.

Mientras prestes más atención a lo que no deseas con respecto a esta situación, no obtendrás lo que pides. En resumen, si piensas predominantemente en tu maravilloso coche nuevo, éste comenzará a fluir lenta y sistemáticamente hacia ti, pero si piensas ante todo en el viejo trasto que tienes ahora, tu flamante y maravilloso coche nuevo no llegará.

Quizá te parezca complicado distinguir entre el hecho de pensar en tu coche nuevo y seguir dándole vueltas al viejo, pero cuando seas consciente de tu Guía Emocional conseguirás hacer esa distinción.

Abraham.
Extracto del libro"Pide y se te dará".
Esther y Jerry Hicks

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Por eso os digo:"Todo cuanto pidaís en oración, creed que ya lo habeís recibido y lo obtendrás". (Sn.Marcos 11:24)
Jesús de Nazareth.

Marcela Paz.
Santiago - Chile.