jueves, 25 de noviembre de 2010

"Ser - Hacer- Tener" en "Conversaciones con Dios 3" de Neale D. Walsch.


En el Libro 1, hablamos acerca del paradigma Ser - Hacer - Tener y cómo lo han invertido casi todas las personas.

Casi toda la gente cree que si “tiene” alguna cosa (más tiempo, dinero, amor o lo que sea), puede finalmente “hacer” algo (escribir un libro, tener un pasatiempo, ir de vacaciones, comprar una casa, iniciar una relación), lo que le permitirá “ser” algo (feliz, pacífico, contento o estar enamorado).

En realidad, están revirtiendo el paradigma Ser - Hacer - Tener. En el universo como es en realidad (opuesto a como tú piensas que es), “el tener” no produce “ser”, sino todo lo contrario.

Primero eres ese algo llamado “feliz” (o “conocedor” o “sabio” o “compasivo” o cualquier otra cosa), luego empiezas a “hacer” las cosas desde este punto de ser y pronto descubres que lo que estás haciendo termina proporcionándote las cosas que siempre deseaste “tener”.

La manera de poner en movimiento este proceso creativo (y eso es lo que es... el proceso de la creación) es saber lo que deseas “tener”, preguntarte lo que piensas que “serías” si “tuvieras” eso y, enseguida, ir directamente a ser.

De esta manera, inviertes la forma en que has utilizado el paradigma Ser - Hacer - Tener en realidad, lo estableces correctamente y trabajas con la fuerza creativa del universo, en lugar de contra ella.

Ésta es una forma resumida de expresar este principio:
En la vida, no tienes que hacer nada.
TODO ES CUESTION DE LO QUE ESTAS SIENDO.

Éste es uno de los tres mensajes que mencionaré de nuevo al final de nuestro diálogo. Cerraré el libro con él. Por el momento y para ilustrar esto, piensa en una persona que sepa que si sólo pudiera tener un poco más de tiempo, un poco más de dinero o un poco más de amor, sería en verdad feliz.

Eso es correcto. Por otra parte, la persona que esta “siendo” feliz parece tener tiempo para hacer todo lo que es realmente importante, todo el dinero necesario y suficiente amor para que dure toda la vida.

-- ¡Descubre que tiene todo lo que necesita para “ser feliz”... “siendo feliz”!.

Exactamente. Decidir con anticipación lo que eliges ser produce eso en tu experiencia.

-- “Ser o no ser. Ese es el dilema”.

Precisamente. La felicidad es un estado mental. Al igual que todos los estados mentales, se reproduce en forma física.
Hay una frase para un imán de refrigerador:
“Todos los estados mentales se reproducen a sí mismos”.

-- ¿Cómo puedes “ser” feliz, para empezar, o “ser” cualquier cosa que intentes ser (más próspero, por ejemplo, o más amado), si no tienes lo que piensas que necesitas para “ser” eso?.

ACTUA COMO SI LO TUVIERAS Y ATRAERAS FELICIDAD HACIA TI.
Lo que actúas como si lo fueras, en eso te conviertes.

-- En otras palabras, “Fíngelo, hasta que lo logres”.

Sí, algo parecido. Sólo que en realidad no puedes estar “fingiendo”. Tus acciones TIENEN QUE SER SINCERAS.
Todo lo que hagas, hazlo con sinceridad o se perderá el beneficio de la acción.
Esto no es porque no “te recompensaré”. Dios no “recompensa” ni “castiga”, como sabes. La Ley Natural requiere que el cuerpo, la mente y el espíritu estén unidos en pensamiento, palabra y acción, para que el proceso de creación funcione.

No puedes engañar a tu mente. Si no eres sincero, tu mente lo sabe y así es. Terminaste con cualquier posibilidad de que tu mente pueda ayudarte en el proceso creativo.

Por supuesto, puedes crear sin tu mente, sólo que resulta mucho más difícil. Puedes pedirle a tu cuerpo que haga algo que tu mente no cree y, si tu cuerpo lo hace durante bastante tiempo, tu mente empezará a olvidar su primer pensamiento acerca de esto y creará un Pensamiento Nuevo. Una vez que tengas un Pensamiento Nuevo respecto a algo, estas en camino de crearlo como un aspecto permanente de tu ser, en lugar de algo que sólo actúas.

Esto es hacer las cosas de la manera más difícil e incluso en tales casos, la acción debe ser sincera. A diferencia de lo que puedes hacer con las personas, no puedes manipular el universo.
Aquí tenemos un equilibrio muy delicado. El cuerpo hace algo en lo que la mente no cree; sin embargo, la mente sólo agrega el ingrediente de la sinceridad a la acción del cuerpo para que esto funcione.

-- ¿Cómo puede la mente agregar sinceridad, cuando no “cree” en lo que está haciendo el cuerpo?.

Retirando el elemento egoísta del beneficio personal.

-- ¿Cómo?.

La mente quizá no pueda aceptar con sinceridad que las acciones del cuerpo pueden proporcionarte lo que eliges; no obstante, la mente sabe claramente que Dios proporcionará cosas buenas a otra persona a través de ti.
Por lo tanto, lo que elijas para ti, dalo a otra persona.

-- ¿Podrías repetir eso, por favor?.

Por supuesto.
Lo que elijas para ti, dalo a otra persona. Si eliges ser feliz, haz que otra persona sea feliz.
Si eliges ser próspero, haz que otra persona sea próspera.
Si eliges más amor en tu vida, haz que los demás tengan más amor en la suya.
Haz esto con sinceridad (no porque busques un beneficio personal, sino porque en realidad desees que la otra persona tenga eso) y todas las cosas que des vendrán a ti.

-- ¿Cómo es eso? ¿Cómo funciona eso?.

El sólo acto de que tú des algo hace que sientas que lo tienes para darlo. Puesto que no puedes dar a otra persona algo que no tienes ahora, tu mente llega a una nueva conclusión, un Pensamiento Nuevo, acerca de ti (esto es, que debes tener esto o no podrías darlo).

Este Pensamiento Nuevo se convierte en tu experiencia. Empiezas a “ser” eso. Una vez que empiezas a “ser” algo, pones en marcha la máquina de creación más poderosa en el universo, tu Yo Divino.
Lo que estás siendo, lo estás creando.

El círculo es completo y crearás más y más de eso en tu vida. Se manifestará en tu experiencia física.
Éste es el mayor secreto de la vida. El Libro 1 y el Libro 2 se escribieron para decirte esto. Todo está allí, con mucho más detalle.

-- Explícame, por favor, por qué la sinceridad es tan importante para dar a otra persona lo que eliges para ti.

Si das a otra persona algo, como maquinación o manipulación con el objeto de obtener algo para ti, tu mente lo sabe. Le diste la señal de que tú no tienes eso. Puesto que el universo no es otra cosa que una maquina copiadora, que reproduce tus pensamientos en forma física, ésa será tu experiencia. Esto es, continuarás experimentando “no tenerlo”, ¡sin importar lo que hagas!

Más aún, ésa será la experiencia de la persona a la que tratas de darlo, notará que sólo intentas conseguir algo, que en realidad no tienes nada que ofrecer y el hecho de dar será un gesto vacío, visto desde toda la trivialidad autointeresada de la cual surge.
Eso que tratas de atraer lo alejarás.

No obstante, cuando das algo a alguien con pureza de corazón, porque comprendes que lo desea, lo necesita y debe tenerlo, entonces descubrirás que lo tienes para darlo. Eso es un gran descubrimiento.

-- ¡Eso es verdad! ¡En realidad funciona de esa manera! Recuerdo que en una ocasión, cuando las cosas no iban muy bien en mi vida, me sostenía la cabeza y pensaba que ya no tenía dinero, que tenía muy poca comida y que no sabía cuando comería mi siguiente trozo de carne o cómo pagaría la renta. Esa misma noche, conocí a una joven pareja en la terminal del autobús. Había ido a recoger un paquete y estos pequeños se encontraban abrazados en una banca y usaban sus abrigos como manta.

Al verlos, mi corazón fue hacia ellos. Recordé cuando era joven, cómo era cuando éramos niños, andando por ahí, de un lado al otro. Me acerque a ellos y les pregunté si querían ir a mi casa, sentarse junto a la chimenea, beber un poco de chocolate caliente y tal vez abrir el sofá cama y descansar bien durante la noche. Me miraron con los ojos muy abiertos, como niños en una mañana de Navidad.

Llegamos a la casa y les preparé una comida. Esa noche, todos comimos mejor de lo que lo habíamos hecho en mucho tiempo. La comida siempre había estado allí. El refrigerador estaba lleno. Sólo tuve que extender la mano y asir todo lo que había guardado allí. Sofreí “todo lo que encontré en el refrigerador” ¡y fue magnífico! Recuerdo que me pregunté, ¿de dónde vino toda esta comida?

A la mañana siguiente, serví el desayuno a los niños y los despedí. Metí la mano en el bolsillo, cuando los dejé en la estación del autobús y les di un billete de veinte dólares. “Tal vez esto ayude”, dije, los abrasé y los envié para que siguieran su camino. Todo el día me sentí mejor respecto a mi propia situación; mejor dicho, toda la semana. Esa experiencia, la cual nunca he olvidado, produjo un cambio profundo en mi enfoque y en mi comprensión acerca de la vida.
A partir de ese momento, las cosas mejoraron y esa mañana, cuando me miré al espejo, note algo muy importante. Todavía estoy aquí.

Ésa es una hermosa historia y tienes razón. Así es exactamente como funciona. Por lo tanto, cuando desees algo, dalo. Entonces, ya no lo “desearás”. De inmediato experimentarás “tenerlo”. A partir de ese momento, es sólo una cuestión de grado. Psicológicamente, te resultará mucho más fácil “agregar”, que crear de la nada.

Firma: "Dios -Diosa".

Del Libro: Conversaciones con Dios 3" de Neale D. Walsch.

Marcela Paz.
Santiago - Chile.