miércoles, 24 de noviembre de 2010

"La Séptima Profecía Maya" (En Esto Estamos).


Nos habla del momento en que en el sistema solar en su giro cíclico sale de la noche, para entrar al amanecer de la galaxia, nos dice que en los 13 años que van de el año 1999 a el 2012, la luz emitida desde el centro de la galaxia, sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades, que todos los seres humanos tienen la oportunidad de cambiar y romper sus limitaciones recibiendo un nuevo sentido, la comunicación a través del pensamiento, los hombre que voluntariamente encuentren su estado de paz interior elevando su energía vital llevando su frecuencia de energía vital del miedo hacia el AMOR podrán captar y expresarse a través del pensamiento, y con él, florecerá el nuevo sentido.

La energía adicional del rayo emitido por Hu Nap Hu activa el código genético de origen divino en los hombres que estén en una frecuencia de vibración alta, este sentido, ampliará la conciencia de todos los hombres, generando una nueva realidad individual, colectiva y universal.

Una de las transformaciones más grande ocurrirá a nivel planetario, pues todos estos hombres conectados entre sí como un solo todo, darán nacimiento a un nuevo ser en el orden galáctico.
La reintegración de las conciencias individuales de millones de seres humanos despertará una nueva conciencia en la que todos comprenderán que son parte de un mismo organismo gigantesco, la capacidad de leer el pensamiento entre los hombres revolucionará totalmente la civilización.

Desaparecerán todos los límites.

Terminará la mentira para siempre,
 porque nadie podrá ocultar la verdad.

Comenzará una época de transparencia y de luz 
que no podrá ser opacada por ninguna violencia, o emulsión negativa.

Desaparecerán las leyes y los controles externos, la policía y el ejercito,
 pues cada ser, se hará responsable de sus actos
 y no habrá que implementar ningún derecho o deber por la fuerza.

Se conformará un gobierno mundial armónico,
 con los seres más sabios y evolucionados del planeta.

No existirán fronteras ni nacionalidades.

Terminarán algunos límites de la propiedad privada, 
y el intercambio económico sera diferente.

Se implementarán tecnologías nuevas para manejar la luz y la energía 
y con ellas se transformará la materia.

La excelencia y el desarrollo espiritual serán el resultado de hombres en armonía que realizan las actividades en las que vibran más alto, para hacerlo expandirán su comprensión sobre el orden universal.

Con la comunicación a través del pensamiento aparecerá un súper sistema inmunológico que eliminará las vibraciones bajas de miedo producidas por las enfermedades prolongando cada vida de los hombres.

La nueva era, no necesitará del aprendizaje del contraste inverso producido por las enfermedades y el sufrimiento que caracterizaron los últimos miles de años de historia, los hombres que consciente y voluntariamente encuentren su paz interior entrarán a una nueva época de aprendizaje por contraste armónico, la comunicación y la reintegración hará que las experiencias, los recuerdos individuales y los conocimientos adquiridos, estén disponibles sin egoísmos para todos los demás, será como una Internet a nivel mental que multiplicará exponencialmente la velocidad de los descubrimientos y se crearán sinergias nunca antes imaginadas. Se acabarán los juicios y los valores morales que cambien con las épocas, como la moda, se comprenderá que todos los actos en la vida son una manera de alcanzar una mayor comprensión y armonía, el respeto será el elemento fundamental de la cultura, transformará al individuo y a la comunidad, y colocará a la humanidad, en posibilidad de expandirse por la galaxia, las manifestaciones artísticas, las ocupaciones estéticas y las actividades recreativas comunitarias, ocuparán la mente humana.

Miles de años fundados en la separación entre los hombres que adoraron a un Dios lejano que juzga y castiga se transformarán para siempre, el hombre vivirá la primavera galáctica, el florecimiento de una nueva realidad basada en la reintegración con el planeta y con todos los seres humanos.

En ese momento comprenderemos que somos parte integral de un único organismo gigantesco, y nos conectaremos con la tierra, los unos con los otros, con nuestro sol, y con la galaxia entera.

Todos los hombres, comprenderán que el reino mineral, vegetal, animal, y toda la materia esparcida por el universo a todas las escalas, desde un átomo, hasta una galaxia, son seres vivos, con una conciencia evolutiva.

A partir del sábado 22 de diciembre del año 2012, todas las relaciones estarán basadas en la tolerancia y la flexibilidad, pues el hombre, sentirá a los otros hombres, como otra parte de sí mismo.

Los Mayas expresaban ese concepto de unidad en su saludo diario, IN LAK'ECH, que significa Yo soy otro tu, al que contestaban HALA KEN, que significa, Tu eres otro yo.

Esos calendarios, dejaron dicho que esta época que estamos atravesando, es el final de miles de años de invierno y de oscuridad donde la evolución espiritual se lograba a través del miedo y del sufrimiento. El hombre evolucionaba porque al saturarse de sufrimiento encontraba la luz necesaria para cambiar, cuando cambiaba, comprendía la inutilidad de su posición anterior, liberándose de una limitación que él mismo se había impuesto.

Esta ha sido la fórmula de contraste inverso que el universo para lograr que los seres humanos evolucionen y se vuelvan cada vez más tolerantes y flexibles, pues sólo así encontraran su paz interior, el hombre nace en un universo aparentemente caótico, se ha necesitado el desequilibrio para apreciar y reconocer el equilibrio. El sufrimiento para aprender la importancia de la paz, El caos aparente es entonces el resultado de la sabiduría divina. El espíritu se encarna en la materia, en una sociedad con seres en distintos niveles de evolución, allí vive una serie de experiencias que lo llevan a comprender la razón.

Los hombres nacen inocentes, sin experiencia vulnerables destructibles y contaminables, no sufren porque nada los ha afectado, se viven a través de situaciones que por inexperiencia o ignorancia producen sufrimiento, la saturación del sufrimiento hace cambiar al hombre y le da la comprensión acerca de los resultados y las consecuencias de sus actos, con esta comprensión puede decidir libremente si desea repetir o no una experiencia, es decir, la vida es el paso de la fragilidad de la inocencia, a la fortaleza producida por las experiencias de comprensión.

La ignorancia y la inexperiencia producen guerras, esclavitud, polarización, canibalismo, falta de respeto, de consideración. Procesos encontrados u opuestos que enfrentan al hombre con otros hombres para producir experiencias de comprensión, a cada ser humano le corresponden una serie experiencias de aprendizajes en cada vida, es lo que llamamos el destino, lo que se tiene que vivir para aprender y comprender.

La vida es un proceso que vive el espíritu para agregar comprensión sobre la creación, el destino organiza las circunstancias, lugar y relaciones en que se producen experiencias de comprensión. Todo lo que es difícil, lo que causa sufrimiento y contradicción es lo que se trae como destino para aprender en cada vida. Cuando el hombre se satura de sufrimiento acepta cosas que antes, por sus creencias, consideraba inaceptables, y no le permitían encontrar la paz interior, la vida es una oportunidad para lograr la transformación interna y pasar de la rigidez a la flexibilidad, de evitar la cárcel del espíritu que producen los dogmas. Las experiencias de agresión e incomprensión sólo traen consigo sufrimiento y eventos cada vez más fuertes y difíciles de enfrentar.

La séptima profecía Maya nos recuerda que sólo nuestra propia transformación interna, puede conducirnos a nuevos sentidos, darnos salud, e integrarnos con todo el mundo en una nueva realidad de paz y armonía.

La lucha contra la vida o contra las estructuras sociales, sólo conduce al individuo al sufrimiento y a bajos niveles de energía llevándolo a la oscuridad interna de la depresión.

La aceptación de todos los eventos fáciles o difíciles, alegres o triste como oportunidades de aprendizaje de las que sólo puede resultar un beneficio personal, traerá la independencia interior y la armonía. Se requiere un trabajo interior voluntario para aceptar y comprender la evolución de la creación, un trabajo diario que se refleje en todas las circunstancias de la vida y que conduzca a la paz interior.

La séptima profecía, dice que la comprensión y aceptación de ése proceso de evolución llevará al aprendizaje y al crecimiento espiritual a través de la armonía. Millones de hombres encontrarán su paz interior, y al hacerlo, podrán abrir los archivos históricos de todo lo que han vivido, pues sólo en ese momento, los podrán ver sin juzgarlos como parte de un proceso de armonización. Aparecerá una nueva cosmovisión espiritual, las relaciones, se establecerán a partir de los puntos de unión y no de separación, los hombres serán flexibles, y buscarán la paz. Estos cambios ocurrirán en todos los niveles, físico, mental, y espiritual, y a todas las escalas, individual, familiar, comunal, planetaria, y galáctica. La mayor transformación ocurrirá cuando se comprenda al universo como un proceso de evolución eterna de la conciencia de los seres.

Esto traerá respeto por la conducta de los demás, y acabará con los prejuicios, se comprenderá que todos las experiencias conducen inevitablemente, a una mayor armonía.

Para los Mayas, el proceso de evolución no es uniforme ni simultáneo, hay muchas cosas que diferencian a los hombres. Coexisten seres con distintos niveles de evolución, lo que hace posible las diferencias entre los hombres, permitiendo los contrastes y las experiencias de comprensión, cada ser humano pasa por distintos cambios, unos se demoran más que otros, pero todos llegan al mismo sitio. Todos los hombres son iguales porque su esencia tiene un mismo origen, son emanaciones de Dios o Hu Nap Hu. Pero a la vez todos los hombres son distintos, unos van más adelantados que otros, porque se encarnan por primera vez en la materia en distintos momentos.

Unos llevan acumulada más experiencia y comprensión que otros. Se asciende de nivel con la comprensión que resulta de la experiencias de cada vida, los hombres no son iguales, porque viven en diferentes sociedades con distintas culturas, y porque su herencia genética es distinta, lo que genera diversas creencias, varias maneras de percibir el universo y múltiples características físicas.

Los Mayas creían que el hombre está formado por 3 cuerpos en constante vibración situados en distintas dimensiones, el cuerpo físico, el mental, y el espiritual. El cuerpo físico o Hubiidili, es temporal, está formado de materia en constante transformación y movimiento, la materia está organizada y animada por el espíritu, para dar lugar a la vida, donde puede tener experiencias con la forma y comprender la creación, se desorganiza con la muerte volviendo a su estado original, el cuerpo astral o Pixán, donde está la mente, es temporal, desaparece después de la muerte y se encuentra en una dimensión superior a la física, allí se archivan las creencias adquiridas en la vida presente, lo que llamamos ego o OL como lo llamaron los Mayas. Es lo que define a la personalidad del individuo, en la mente se producen los procesos mentales, una forma de energía en vibración a distinta frecuencia producida por la emociones, sentimientos, pensamientos, y eventos de la vida.

En la mente archivamos la comprensión, que resulta de convertir el conocimiento en verdad comprobada por la experiencia de la vida, se la denomina el ciclaje medio, mientras más vibraciones bajas y densas como el miedo y el odio se experimenten en la vida, más baja dimensionalmente se encontrará su mente, pero por otra parte, mientras más momentos de alegría y paz se hayan vivido, más alto se vibrará, esto ubica a la mente en una dimensión más alta, en cada reencarnación este ciclaje medio va aumentando, a medida que el individuo se vuelve más flexible, comprende mejor el universo y maneja niveles interiores más altos de energía, cuando el ser humano está en un estado permanente de vibración y paz interior, su conciencia se alinea con nuevas realidades y percepciones que corresponden a dimensiones más altas.

Hay procesos temporales que se realizan en la quinta dimensión, allí la mente se encuentra en los sueños, en un estado no físico, donde todo puede suceder. Los eventos experimentados por cada ego en la vida producen unos resultados que dependen de cómo se haya decidido vivirlos, entre más pequeño el ego, más flexible será su sistema de creencias, y más adelantado estará en el camino de la evolución, al comprender mejor todo el proceso, más perfecto y ordenado le parecerá el universo y respetará más a los demás y al planeta, al vibrar su frecuencia en una frecuencia más alta ampliará sus rangos de percepción y activará facultades sentidos latentes, procesará mayores cantidades de energía, la comprensión se almacena temporalmente en el cuerpo mental, al morir se traslada como verdades a la conciencia permanente del hombre, que se encuentra en el tercer cuerpo o Hinahan, el cuerpo espiritual o Hiank, que es permanente o eterno se encuentra en dimensiones más altas de lo astral, entre más alto el nivel de evolución, más arriba dimensionalmente estará, allí se almacena en manera permanente, eterna e individual en el momento de la muerte, la experiencia comprendida en cada vida que es la que determina lo que se necesita vivir en las futuras encarnaciones. El Enhank o espíritu define el destino, las dificultades que el hombre vivirá al encarnarse en su siguiente vida. A raíz de ellas, se encontrará la comprensión necesaria para evolucionar hacia vibraciones superiores.

Esto explica porqué para los mayas la vida es parte de un proceso de eterno de evolución y conciencia y porqué es necesaria la reencarnación del espíritu en vidas sucesivas, en cualquiera de los miles de millones de los sistemas solares que existen, cada individuo puede subir un peldaño, al nivel inmediatamente superior como resultado de esfuerzo voluntario en la búsqueda de la paz y la armonía.

Para los Mayas una de las cosas más importantes en la vida es mantener y elevar el nivel de energía vital interna, pues su disminución hace perder la paz interior y lleva a estados de sufrimiento. Ellos creían que respetando la NATURALEZA, teniendo conciencia permanente de los ciclos que esta genera, y aprendiendo a respirar adecuadamente se logran niveles cada vez mayores de energía vital, al encontrar este estado de paz interior, la energía acumulada pone en funcionamiento programas inactivos en el código genético, que producen los cambios físicos necesarios para comunicarse con el pensamiento, se genera en su mente un campo de energía sagrada, que activa la glándula pituitaria y pineal, esas glándulas segregan unas enzimas que activan Codones inutilizados en el código genético.

Al activarse nuevas cadenas de aminoácidos se producen cambios en el interior del cuerpo, generando un súper sistema inmunológico que elimina las enfermedades, la vibración baja del miedo y aumenta la duración de la vida. Simultáneamente estas nuevas proteínas generan niveles más altos de energía vital en el interior del organismo consolidando la aparición del sexto sentido, la capacidad de leer y transmitir el pensamiento, es lógico que la evolución no permita que individuos embargados por el odio y el desprecio hacia los demás, accedan a poderes paranormales como la Telequinesis o la posibilidad de leer el pensamiento.

Es la vibración del amor la que abre la puerta para la aparición del superhombre. Dios en su sabiduría hace que el siguiente peldaño evolutivo sea sólo a través de la paz y la armonía. El universo tiene todo el tiempo, no tiene prisa, el hombre deberá continuar su proceso de reencarnaciones sucesivas, hasta encarnar en una vida en la que pueda subir al siguiente peldaño evolutivo, muchos son los llamados, pero pocos los elegidos, confirma que no todos los hombres llegan simultánea y automáticamente a niveles altos de energía interna, se requiere de un esfuerzo personal, y voluntad en la búsqueda de la paz interior, cuando se aumenta la frecuencia de vibración durante la vida, se logra nacer en la siguiente reencarnación por nivel de correspondencia en una sociedad más evolucionada, es decir, si el hombre no tiene paz interior, le corresponde vivir en una sociedad que no la tenga, hasta que por esfuerzo aumente su nivel de vibración y se haga correspondiente de otras circunstancias.

El universo es fundamentalmente energía e información que vibra en diferentes frecuencias y fluye organizada en matrices a diferentes niveles, la mayor parte de la materia en la tercera dimensión está formado por agua, el 85 por ciento de nuestro planeta está formado por agua. El ser humano es básicamente agua, nace dentro de una bolsa de agua y el 95 por ciento de su organismo es agua, a través del agua se mueve la energía por todos los fluidos del cuerpo, las emociones y los sentimientos son energía, vibraciones en distintas frecuencias que se mueven en matrices interconectadas a diferentes niveles, la palabra es una forma de energía, una fuerza vibratoria, podemos emitir diferentes tipos de energía a través de la palabra, el amor es una forma de energía en una frecuencia alta, cuando nos sintonizamos con ella, es decir resonamos con ella estamos en paz interior y armonía. Si nuestro dial interior está sintonizado en una frecuencia baja, en una estado de odio o de miedo, eso es lo que se percibe, la conciencia del ser humano define la realidad por la energía que perciben sus sentidos, las percepciones de los sentidos, repetidas a increíble velocidad en el tiempo, son las que producen la conciencia, la materia es una ilusión que se produce en nuestra mente como resultado de miles de percepciones que conjugamos para armar la realidad, como un sólido continuo, cuando lo cierto es que todo es energía.

Pulsos vibrando a diferentes frecuencias cristalizan la luz en diferentes formas. La materia es luz que se ha densificado en una forma y en un rango de vibración que reconocen nuestros limitados sentidos. Todo lo que existe es luz, pues la oscuridad sólo se produce cuando la luz, en forma de materia se interpone entre el órgano sensor y la fuente de luz, como el día y la noche, aun cuando el sol nunca se apaga. Si el rango de percepción de los sentidos aumenta o si aparece un nuevo sentido, la conciencia se amplía, cambiando totalmente la realidad.

Desde 1999 tenemos 13 años para saber que la realidad está más allá de los sentidos, vivimos una oportunidad única en 26000 años recibiendo una energía especial del centro de la galaxia, si comprendemos el proceso evolutivo eterno de la conciencia, podremos aprovechar esa oportunidad y quitarnos los límites auto impuestos, si decidimos abrir la mente y encontrar nuestra paz interior, seremos parte de los elegidos para transformar nuestra realidad, en un universo de paz y de armonía.

¿A quien pertenece esto?. A todos.