miércoles, 7 de diciembre de 2016

"Haters: Esa Personalidad Odiosa que se Expande en las Redes Sociales".


Aman ser odiados y para ello son odiosos con todo y con todos. 

En sicología les llaman cínicos hostiles, en la calle e internet simplemente hater (odiadores): personas desconfiadas de los demás, que miran todo con desdén y tienen disposición a la agresión. Lo hacen por gusto, por esparcir humor negro e ironía. A falta de ella, la ofensa y la burla también sirve. Así como todo lo políticamente incorrecto.
Internet los masificó. En este medio se han expandido llamando la atención con lo que les gusta hacer: atacar y resaltar los errores de otras personas, productos, empresas o artistas. ¿Cuáles? Básicamente todo lo que a otro pueda gustarle.

Por eso, Justin Bieber, Miley Cyrus o Lady Gaga son parte de sus blancos favoritos. Critican cada aspecto de su vida personal y profesional y los ridiculizan con imágenes modificadas o posteando frases en su contra.

En Chile, son un fenómeno nuevo y sus dardos apuntan generalmente a políticos y farándula, pero también a actitudes sociales o cosas que la masa aplaudiría. “Sería bacán que Chile perdiera, tengo ganas de tuitear: “VERGÜENZA NACIONAL”, posteó Matías Rivera (@matiasrivera), en Twitter el pasado 11 de junio, cuando todo el país esperaba un triunfo de la selección nacional frente a Bolivia.
Rivera (26) quien se reconoce un hater, también recurre a la ironía en temas de discusión nacional: “Con la plata que tengo en la AFP me alcanza para comprarme un auto y taxiarlo. Tengo lista la jubilasound”.
“Nuestra pega es hacer sentir mal con lo que la gente se siente bien. Es llevar la contra. Nos diferenciamos de los trolls porque ellos buscan que la gente se enoje. Por ejemplo, molestan en Twitter hasta conseguir que los bloqueen. Los trolls tienen una comunidad establecida. El hater trabaja solo, porque odia todo y no tiene problema en ser así en la vida real”, dice Rivera, redactor de contenidos publicitarios.

Twitter es su medio favorito, así como los tumblr y páginas como Loserpower, en Chile o 4 chan, en EE.UU.
“Twitter está lleno de haters”, tituló Will Oremus, redactor de ciencia y tecnología en la revista Slate, en uno de sus post en marzo de este año. Su tesis se basaba en un estudio de Pew Internet que mostró que las opiniones de la red social distaban mucho de las obtenídas a través de encuestas de opinión tradicionales, y que eran, en su mayoría, negativas contra casi todo.
Es el caso de Danilo Canales (@kangrejo). No se reconoce un hater -detesta las etiquetas- pero no son pocos lo que sindicaron como tal. Un botón: “No sé que odio más, si las cuentas de twitter de ortografía o de horóscopos”. O “Cacha a Robert Smith broder… igual al tony caluga junior”, posteó cuando The Cure copaba Twitter con fanáticos alabando su concierto en Chile. También escribió: saludando al equipo boliviano y deseándole suerte. Pero con un video donde se veía gente haciendo una “ola”.

@kangrejo también se ríe de políticos, noticias, fútbol e incluso de sus amigos. Dice que hater es una palabra mal usada, pues se aplica a personas que muestran su descontento respecto a un tema o hacia una situación. “Desde que internet es internet han existido personas que tienen cosas que decir y son catalogadas de haters porque lo hacen con pasión y rabia. Las redes sociales actuales (porque han existido desde siempre) lo único que hacen es que más gente se una a la discusión y eso me parece maravilloso”, dice.

Para Canales el tema va más allá de postear algo irónico o insultante. “Estamos acostumbrados a creer que si hay un clavo que se salga de la línea le va a llegar el martillazo para enderezarlo. Por eso las personas empiezan a catalogar: este es hater, este es troll”, dice.
Hater gonna hate
Cristian Labarca (@Huasonic) director de proyectos Bowl dice que los haters son personas que nunca están contentas, siempre son negativas y no encuentran nada positivo. “Lo divertido es que esa posición, a veces, es tan personal que hace estar en contra de la opinión pública. La gente puede estar feliz con algo, pero al hater no le va a importar, va a seguir odiando”, dice.

De allí, explica, viene el término “haters gonna hate” que en internet se ha convertido en un clásico meme que hace referencia a que no importa la actitud negativa de otros, ellos van a seguir odiando igual y a ti no te debe importar.

“No existe el rol de hater permanente, cualquier persona puede comportarse así. Desde la psicología de la comunicación, tienen necesidad de llamar la atención. Su búsqueda de estatus pasa por demostrar a quien postea (o dice algo) lo ignorante que es, o lo mucho que él sabe”, dice Sebastián Valenzuela, académico de la Facultad de Comunicaciones de la UC.
“No estamos de acuerdo con nadie”, dice Matías Rivera, tanto que, ahora que los hater han aumentado en número, se odian entre sí.

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