El trabajo
“Todo lo que hago me gratifica profundamente”
¿No le encantaría que la afirmación precedente fuera válida para usted?
Quizás haya estado limitándose a pensar cosas como:
- No puedo aguantar este trabajo.
- Me enferma mi jefe.
- Lo que gano no me alcanza.
- En mi trabajo no me aprecian.
- No puedo entenderme con mis compañeros de trabajo.
- No sé qué es lo que quiero hacer.
Todo eso es pensamiento negativo y defensivo. ¿Acaso cree que pensando así llegará a conseguir un buen trabajo? Eso es abordar equivocadamente el asunto.
Si tiene un trabajo que no le interesa, si quiere conseguir otro o tiene problemas laborales, incluso si está sin trabajo, la mejor manera de encarar la cosa es ésta:
Empiece por bendecir con amor la situación en que se encuentra. Reconozca que eso no es más que un paso en su camino. Si está donde está, es debido a sus propios modelos mentales. Si los demás no lo tratan como a usted le gustaría que lo trataran, quiere decir que en su conciencia hay algo que provoca ese comportamiento. Entonces, mentalmente, contemple su trabajo actual —o el último que tuvo si es que en estos momentos está sin empleo— y comience a bendecirlo todo con amor: el edificio, el ascensor o las escaleras, las habitaciones, los muebles y demás accesorios, la gente para quien trabaja y las personas con quienes trabaja… los clientes, hasta el último de ellos.
Empiece a afirmar para sus adentros que siempre trabaja para unos jefes estupendos, que su jefe lo trata con respeto y cortesía, y que es un hombre generoso, con quien da gusto trabajar. Esto se convertirá para usted en un “suma y sigue” positivo que le acompañará toda la vicia, y si a su vez llega a ser jefe, será precisamente un jefe así.
Un joven cliente mío, a punto de estrenarse en un trabajo, estaba sumamente nervioso.
—¿Por qué no ha de irle bien? —recuerdo haberle preguntado—. Pues, claro que tendrá éxito. Abra su corazón y deje que su talento fluya. Bendiga con amor su lugar de trabajo, bendiga a las personas con quienes trabaja y a aquellas para quienes trabaja, y también a todos sus clientes, y todo andará bien.
Lo hizo, y con gran éxito.
Si lo que quiere es dejar su trabajo, empiece afirmando que se lo deja con amor a la persona que haya de sucederle, que estará encantada de obtenerlo. Tenga la seguridad de que en el mundo hay personas que buscan exactamente lo que usted puede ofrecer, y de que ellas y usted están a punto de encontrarse en el tablero de la vida.
Afirmaciones para el trabajo
“Estoy totalmente abierto (o abierta) y en disposición de aceptar un trabajo nuevo, maravilloso, donde tengan cabida todo mi talento y mis capacidades,
y que me permita expresarme creativamente de maneras que me gratifiquen.
Trabajo con y para personas a quienes quiero, y que a su vez me quieren y me respetan,
en un lugar estupendo y con unos ingresos excelentes.”
y que me permita expresarme creativamente de maneras que me gratifiquen.
Trabajo con y para personas a quienes quiero, y que a su vez me quieren y me respetan,
en un lugar estupendo y con unos ingresos excelentes.”
Si en su trabajo hay alguien que le molesta o le preocupa, bendiga con amor a esa persona cada vez que piensa en ella. En todos y cada uno de nosotros existen todas y cada una de las posibilidades humanas. Aunque decidamos que no queremos serlo, todos somos capaces de ser un Hitler o una Madre Teresa. Si esa persona es criticona, afirme que es comprensiva y elogiadora. Si es gruñona, afirme que es alegre y que tenerla cerca es un placer. Si es cruel, afirme que es tierna y compasiva. De este modo, al final esa persona terminará por mostrarle sus buenas cualidades, independientemente de cómo se conduzca con los demás.
Ejemplo
Su nuevo trabajo era tocar el piano en un club donde el jefe tenía fama de ser un hombre mezquino y cruel, hasta el punto de que los empleados solían referirse a él llamándolo “Drácula”. El muchacho me preguntó cómo conducirse en esa situación.
—Dentro de cada uno de nosotros están todas las buenas cualidades —le respondí—. No importa cómo reaccionen los demás ante él; eso no tiene nada que ver con usted. Cada vez que piense en ese hombre, bendígalo con amor y afirme para sus adentros que usted siempre trabaja para gente estupenda. Hágalo así en todo momento, sin rendirse.
Mi cliente siguió mi consejo al pie de la letra. Pronto el jefe empezó a saludarlo afectuosamente, a concederle pagas extraordinarias, y finalmente lo contrató para tocar en otros clubes. En cambio, siguió maltratando a los demás empleados, que continuaban enviándole mensajes negativos.
Si le gusta su trabajo, pero siente que no está suficientemente bien pagado, empiece a bendecir con amor su salario actual. Al expresar gratitud por lo que ya tenemos, propiciamos que aumente. Afirme que está abriendo su conciencia a una mayor prosperidad, y que parte de esa prosperidad es un aumento de salario. Afirme que se merece un aumento, no por razones negativas sino porque usted es muy valioso dentro de la compañía, y sus ¡efes quieren compartir con usted los beneficios. Y en el trabajo desempéñese siempre lo mejor que pueda, porque entonces el Universo sabrá que está preparado para abandonar el sitio donde se encuentra y pasar a un lugar mejor.
Su conciencia lo puso en el sitio donde ahora se encuentra, y será ella quien lo mantenga allí o lo conduzca a un lugar mejor. De usted depende.
En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero.
El talento creativo y la capacidad que me son propios fluyen de mí libremente,
y se expresan de forma profundamente gratificante.
y se expresan de forma profundamente gratificante.
En el mundo siempre hay gente en busca de mis servicios.
y yo siempre puedo elegir aquello que más me gusta hacer.
Me gano bien la vida haciendo algo que me complace,
y para mí el trabajo es fuente de júbilo y placer.
Todo está bien en mi mundo.
Capítulo 11.
"Usted puede sanar su Vida: Practicando La Prosperidad".
Por Louise L. Hay
Imagen: uhmasalud.com