El Prana es la energía de vida que mantiene al cuerpo vivo y saludable, nos rodea, penetra en nosotros, está en lo que vemos, olemos, palpamos y en muchas de las cosas que comemos. Es una conexión mágica y vital entre el cosmos y nosotros. Es la esencia misma de la vida. Esta energía ya se conocía en la antigüedad y era llamada por diversos nombres: Chi para los chinos; Prana en la India; Maná para Moisés; Aliento Divino en el cristianismo; Éter para los griegos; ki nam para los mayas; Ruag para los hebreos, etc.
En el ser humano hace posible todas las funciones orgánicas y psíquicas, su equilibrio es sinónimo de salud y su desequilibrio trae consigo a la enfermedad. Mediante técnicas podemos aprender a manejar y equilibrar esta energía vital, es importante saber que el Prana alterado inquieta la mente y dificulta el funcionamiento del sistema nervioso. Por tanto, su control permite conseguir el dominio de la energía y de la mente, ya que existe una estrecha relación entre ambas y a medida que se aprende a manejar una de ellas, se logra hacerlo con la otra. El control de esta energía en la práctica de yoga se llama pranayama, ayama significa dominar. El Prana puede ser almacenado y acumulado en el sistema nervioso.
Básicamente hay tres fuentes principales de Prana: el Prana solar, el Prana del aire, y el Prana de la tierra.
El Prana solar es el que proviene de la luz del sol. Fortalece todo el cuerpo y promueve la buena salud. Se obtiene por baños de sol o exposiciones a la luz solar por espacio de 5 a 10 minutos, y bebiendo agua que ha sido expuesta a la luz solar. Una exposición prolongada o exceso de Prana solar puede perjudicar el cuerpo físico ya que es muy potente.
El Prana del aire es el que está en la atmósfera. Es absorbido por los pulmones a través de la respiración y por los chakras o centros de energía del cuerpo. Se puede absorber más Prana del aire a través de una respiración lenta y rítmica que una rápida y superficial. Puede ser absorbido también a través de los poros de la piel por personas que han pasado por un cierto entrenamiento.
El Prana de la tierra está contenido en la tierra. Es absorbido a través de las plantas de los pies. Esto se realiza automáticamente e inconscientemente. Caminar descalzo aumenta la cantidad de Prana de la tierra absorbido por el cuerpo. Uno puede aprender a absorber conscientemente más Prana de la tierra para incrementar la vitalidad, la capacidad de realizar más tareas, y la habilidad para pensar más claramente.
Absorbemos el Prana por medio de la respiración, de los alimentos que ingerimos y de nuestro cuerpo; los órganos que intervienen en este proceso son la nariz, los pulmones y la piel. Algunos alimentos que ingerimos lo poseen, por lo que esta energía es absorbida también a través de nuestro sistema digestivo. El agua absorbe el Prana de la luz solar, del aire y de la tierra con la que está en contacto. Por lo tanto, es de suma importancia seleccionar muy bien todo lo que comemos, sabiendo que los alimentos frescos contienen más Prana que los alimentos conservados.