Hoy es un buen día para hacerlo....
Si pudiese volver a vivir mi vida, procuraría equivocarme más a menudo.
No me esforzaría tanto. Sería más flexible.
Haría más insensateces. Sería más alocada. Y menos escrupulosa.
Me arriesgaría más. Viajaría más.
Escalaría más montañas, nadaría en más ríos, contemplaría más puestas de sol…
Comería más helados y menos judías.
Tendría más preocupaciones reales y menos imaginarias.
Porque yo soy una de esas personas que viven de manera previsora,
con cordura y sensatez, a todas horas, día tras día.
Desde luego, también he tenido mis momentos buenos y,
si volviera a nacer, tendría más.
En realidad, procuraría tener sólo eso, momentos buenos y nada más.
Uno tras otro, en vez de vivir cada día con la mirada puesta en los años venideros.
Yo he sido una de esas personas que no van a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente, un producto para hacer gárgaras,
un impermeable y un paracaídas.
Si tuviese que repetirlo todo de nuevo, iría a otros lugares
y haría cosas y viajaría más ligera de equipaje.
Si tuviera que volver a vivir mi vida, empezaría a andar descalza
desde los primeros días de la primavera y no me calzaría hasta bien entrado el otoño.
Haría novillos más a menudo.
No sacaría tan buenas notas, salvo por casualidad.
Me montaría en más tiovivos.
Cogería más margaritas.
Nadine Stair, de 87 años.