viernes, 5 de agosto de 2011

"Algunas técnicas para ayudar a expresar emociones sin agredir o ser agredidos"


Por lo regular damos importancia y nos ocupamos diariamente de nuestro aseo personal y el de nuestros hijos e hijas. Bañarse, lavarse los dientes, ordenar la habitación, ya forma parte de los hábitos que inculcamos a los más jóvenes de la casa. Sin embargo no le damos el mismo grado de jerarquía a la limpieza de la mente y las emociones. La rabia, la frustración, la euforia acumuladas y reprimidas son bombas de tiempo prestas a estallar con cualquier detonante y que debemos identificar y desarmar (el jefe me grita, yo me lo trago, no me queda otra, al final del día llego a casa y le grito y le pego a los niños). Hacernos responsables de nuestras propias emociones, sea cual sea la razón que las provoque, y dedicar tiempo y atención a la higiene emocional y mental, son condiciones necesarias para liberarlas adecuadamente sin dañar a otros ni a nosotros mismos.

A continuación, comparto algunas claves para ayudarnos a sanar heridas emocionales, restaurar el equilibrio y estar más aptos para relacionarnos de un modo no violeto con algunas técnicas sencillas, gratis, que pueden administrarse sin límite de dosis y que pueden practicar todos los miembros de la familia:

Respiración:

· La manera en que respiramos dice mucho de la forma en que vivimos: Cuando éramos recién nacidos, respirábamos naturalmente llevando el aire hasta el bajo vientre, que es nuestro centro de emociones. Nuestra respiración era profunda, y nuestro centro de emociones estaba constantemente masajeado. Esto nos permitía estar más vivos y flexibles. Con el tiempo, una y otra vez, aprendimos a temer a los sentimientos y emociones. Confinando la respiración hasta el pecho, nos distanciamos y asegurábamos nuestra ruptura con los sentimientos profundos y totales. La balanza se fue desplazando hacia la mente y perdimos el contacto con nuestro cuerpo y emociones. Adicionalmente, a través de una respiración superficial comenzamos a tomar el oxigeno (necesario para una existencia real y vital) de manera muy limitada y comenzamos a retener productos de desecho (como el dióxido de carbono) que deberían ser expulsados.

· La inhalación nos prepara para la acción, la exhalación nos conduce a la relajación: En sociedades muy activas y aceleradas, podemos observar un patrón de respiración que hace énfasis en la inhalación y olvida la importancia de exhalar completamente. Esto ocurre porque la mayor parte del tiempo, estamos en acción, acelerados, estresados y tratando de hacer muchas cosas o defendernos de amenazas. Por eso se hace importante recordar la importancia de exhalar completamente para vaciar la gran reserva de basura que está en los pulmones, que además contribuye a acidificar la sangre y crear mucha tensión corporal. Hacer énfasis en la exhalación es muy importante. De cuando en cuando recuerda poner la atención en tu respiración y -sobre todo cuando tengas tensión- exhala completamente, soltando tu cuerpo y dejando salir el aire atascado en los pulmones. Permite que cada exhalación vaya acompañada de exclamaciones de alivio (¡aaaaahhhhh…!).

· La respiración es el puente que nos conecta con la vida: Respirar profundamente nos refresca. Respirando de forma adecuada podemos balancear nuestras emociones. Con el simple acto de hacernos conscientes de nuestra respiración podemos relajarnos y traer nuestra atención al momento presente. Observar nuestra respiración constituye una forma eficaz para disolver el estrés y restituir el equilibrio. Conviértete en testigo de tu respiración. Nota cómo el ritmo cambia según tu estado de ánimo. Cuando estamos tensos y angustiados el ritmo se acelera y la respiración es entrecortada. En momentos así, llevar la respiración hacia un ritmo lento y profundo ayudará a relajarnos.


· Respirar contando (7-5-9): Esta es una técnica que puede ayudarnos a relajar tensiones en momentos difíciles, como por ejemplo, antes de presentar un examen en la escuela. Consiste en respirar lentamente y contar hasta 7 mientras inhalamos, hasta 5 mientras retenemos el aire y hasta 9 mientras exhalamos. Repetir varias veces, preferiblemente con los ojos cerrados.


Terapia del cojín:

· Un buen ejercicio para drenar las emociones reprimidas es encerrarnos en la habitación, tomar un cojín y golpearlo, gritar, llorar o reír y cantar como un loco o una loca dejando que el cuerpo exprese todo lo que necesite expresar, sin juzgarlo.

· Si sentimos rabia o dolor por algo que nos hizo una persona (esposo, esposa, padre, madre, tío, jefe, amigo), podemos aprovechar para sacar y verbalizar lo que sentimos hacia ella en ese momento en que no haremos daño a otro ni a nosotros.

· Podríamos acompañar el ejercicio con una música fuerte a tono con la descarga.

· Es recomendable invitar a los niños, niñas y adolescentes a que hagan la terapia del cojín cuando tengan mucha rabia o dolor acumulados, incluso si esa rabia es por algo que dijimos o hicimos lo adultos a su cargo, explicándoles que pueden descargar en un lugar seguro, donde no causen daño ni a ellos, ni a los demás.

· Es importante tener en cuenta que se debe respetar la privacidad y las expresiones verbales y descargas emocionales que los niños, niñas y adolescentes necesiten manifestar durante la terapia, aunque éstas se refieran a nosotros a los abuelos y hasta a "Papá Dios". No perdamos de vista que de lo que se trata es de descargar el "veneno" acumulado, para liberarse y no dañar ni dañarse.

· Si los gritos causan molestias a los vecinos, puede probarse con una toalla o el mismo cojín sobre la boca mientras gritamos.

· Al finalizar la descarga sería óptimo dedicar diez minutos a sentarse o acostarse relajados y en silencio.

· Cuando nos vaciamos de la rabia, la angustia y el dolor retenidos en el cuerpo y la mente, estamos aptos para responder desde la calma y seguramente no será necesario alterarse o actuar agresivamente frente a las situaciones cotidianas.

· Esta terapia funciona si se practica regularmente.

Limpieza del parloteo de la mente (terapia del Giberish)

· El “Giberish” es una terapia muy antigua creada por los Sufíes que consiste en emitir sonidos sin ningún significado para descargar la mente.

· Se trata de hablar en un idioma que no conozcamos (si no sabemos mandarín, hablamos mandarín; si no sabemos francés, hablamos francés). La idea es que lo que se emita no tenga ningún significado (bleregla guchapa camemam ceretatytup achucamichipetca…).

· Si lo que decimos comienza a tener sentido o la mente comienza pensar hay que cambiar el parloteo hasta volver.

· Es bueno acompañar el parloteo o giberish con gestos exagerados que impliquen movimientos de manos, brazos, expresiones exageradas en el rostro, dejando que el cuerpo exprese lo que necesite durante diez o quince minutos.

· Luego se pasará a una etapa de silencio con los ojos cerrados durante unos minutos.

· Esta técnica resulta muy efectiva para descargar toda la información que se convierte en basura para la mente, abriendo un espacio para la relajación.

· Este es un ejercicio que los docentes pueden aplicar en el aula de clase cuando los alumnos están muy inquietos o hablando mucho para llevarlos naturalmente hacia el silencio.


Baile como terapia para drenar tensiones

· Bailar libremente permite al cuerpo sacudir el polvo que acumulamos sobre él a lo largo del día.

· El baile es un puente directo con nuestra fuente de celebración y nos conecta con la alegría.

· Según concluyó un estudio de científicos suecos, el baile ayuda a calmar a niñas y niños hiperactivos. Los vuelve más atentos en clase y menos peleadores con sus compañeros.

· El baile como terapia para la relajación se practica dejando que el cuerpo exprese los movimientos que necesite de forma espontánea, sin coreografías y sin cuidarse de que los otros nos vean bien o mal.

· Aprovechemos cualquier momento o lugar (casa, escuela y no sólo en las fiestas) para bailar solos o con la familia. Incentivemos el baile en los niños, niñas y adolescentes de la casa.

· El baile como terapia debe practicarse sin el consumo de bebidas alcohólicas u otras substancias.

· Recordemos siempre respirar con totalidad.

Fuente: Técnicas de Meditaciones Activas de Osho.
http://www.conocemimundo.com/2010/12/permitirse-sentir.html