Para la mayoría de las personas vivir en la tranquilidad y la comodidad de lo conocido, es mucho más seguro que adentrarse en el futuro desconocido. Vivir en el pasado también valida todos los traumas y traiciones que hemos tenido en nuestra vida. Sin embargo, lo que la mayoría de la gente no se da cuenta es que cuando nos excusamos por algo o por alguien, cedemos nuestro poder a esa cosa, persona, o acontecimiento del pasado, y como resultado, cedemos nuestro poder y capacidad de cambio.
Cuando algo con un cociente emocional tan fuerte ocurre en nuestra vida, el cerebro congela la escena y toma una instantánea del evento. Cuando pensamos y sentimos durante el tiempo suficiente dentro de los confines de la neuroquímica del evento, éste acaba convirtiéndose en nuestro estado del ser.
Si te levantas por la mañana y empiezas a pensar en tus problemas, en el momento en que piensas en ese problema, estás pensando en el pasado. Como los pensamientos son el lenguaje del cerebro y los sentimientos son el lenguaje del cuerpo, ahora tu cerebro y tu cuerpo están completamente en el pasado. Por lo tanto, si esas emociones negativas están conduciendo tus pensamientos, y no puedes pensar más allá de ellos, estás pensando y vibrando como en el pasado.
¿Cómo romper el ciclo?
Aquí tienes algunos consejos prácticos para liberarte del pasado:
1) Anota tus pensamientos negativos, tus comportamientos y las emociones que ya no vas a vivir.
2) Escribe los nuevos pensamientos que sí quieres conectar en tu cerebro y tómate un tiempo cada día, para conectarlos conscientemente en tu cerebro hasta que sean conocidos.
3) Cada día ensaya los comportamientos que vas a demostrar en tu vida. Es decir, cierra los ojos y en un estado relajado, empieza a instalar el hardware neurológico de cómo vas a ser durante el día.
4) Cada vez que medites, enseña a tu cuerpo emocionalmente cómo va a ser tu futuro y no te levantes hasta que te sientas como esa persona.
Joe Dispenza.
Por Agustin Jerez.
Imagen de www.motherearthliving.com