A los 99 años, el pensador francés Edgar Morin concedió una entrevista lúcida y valiente. A continuación se muestran algunos extractos:
“Me sorprendió la pandemia pero en mi vida estoy acostumbrado a ver llegar lo inesperado. La llegada de Hitler fue inesperada para todos. El pacto germano-soviético fue inesperado e increíble. El inicio de la guerra de Argelia fue inesperado. Solo viví para lo inesperado y el hábito de las crisis. En este sentido, estoy viviendo una nueva y enorme crisis, pero tiene todas las características de la crisis. Es decir, por un lado suscita la imaginación creativa y, por el otro, suscita miedos y regresiones mentales. Todos buscamos la salvación providencial, pero no sabemos cómo.
Debemos aprender que en la historia sucede lo inesperado y volverá a ocurrir. Planeamos vivir con certeza, con estadísticas, pronósticos, y con la idea de que todo estaba estable, cuando todo empezó a entrar en crisis. No nos dimos cuenta. Debemos aprender a vivir con la incertidumbre, es decir, a tener el coraje de afrontar, a estar preparados para resistir las fuerzas negativas.
Las crisis nos vuelve más locos y sabios. Una cosa y otra. La mayoría de la gente pierde la cabeza y otras se vuelven más lúcidas. La crisis favorece a las fuerzas más opuestas. Ojalá sean las fuerzas creativas, las fuerzas lúcidas y las que buscan un nuevo camino, las que se impongan, aunque todavía muy dispersas y débiles. Podemos indignarnos con razón, pero no debemos encerrarnos en la indignación.
Hay algo que olvidamos: hace veinte años se inició un proceso de degradación en el mundo. La crisis de la democracia no es solo en América Latina, sino también en los países europeos. El dominio del lucro ilimitado que lo controla todo está en todos los países. Lo mismo ocurre con la crisis ecológica. El espíritu debe afrontar las crisis para superarlas y superarlas. De lo contrario, somos sus víctimas.
Hoy vemos que se instalan los elementos del totalitarismo. Éste no tiene nada que ver con el siglo pasado. Pero tenemos todos los medios de vigilancia desde drones, celulares, reconocimiento facial. Existen todos los medios para una vigilancia totalitaria. El problema es evitar que estos elementos se unan para crear una sociedad totalitaria e inviable para nosotros.
En vísperas de 100 años, ¿qué puedo desear? Deseo fuerza, coraje y lucidez. Necesitamos vivir en pequeños oasis de vida y fraternidad ".
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