En tiempos de cambios,
cuando el viento sopla fuerte y amenazante
trayendo lo incierto y lo desconocido
junto a la frescura y la libertad de una Nueva Era,
que todos los velos y engaños internos y externos
que nos mantienen estancados y sufriendo
se caigan, se disuelvan y se liberen.
Que todos los hombres y mujeres
que amamos la paz en el mundo
seamos esa paz que invocamos,
y tengamos la capacidad de reconocer el bien del mal,
y trascender el ego
que sostiene una dolorosa muralla
entre hermanos de un mismo sagrado origen.
Que esta Nueva Era sea encaminada
con las frecuencias del entendimiento mas profundo,
para que el bienestar, la abundancia y la plenitud,
que merece cada alma que transita por esta tierra,
sea la realidad de todos los seres,
en todos los reinos, en todos los tiempos ...
Amén.
Desde mi corazón, Hecho está.
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