A mi casa llegan a beber las aves. Un buitre bajó a beber más no podía alcanzar el tazón del agua por la reja al techo que está en mi patio. Yo acerqué el agua al buitre. Levanté el tazón sujetándolo desde su base extendiendo mis brazos sobre mi cabeza. Él bebió salpicando. En mis palmas pude sentir su fuerza a través del plástico del tazón. Yo observo las aves y no dejé de contemplar esa belleza. Mi patio huele a albahaca y azahares llegan también cardenales y colibríes. Siempre hay agua para ellos. Una ocasión gato glotón quiso cazar una ave. Yo asusté a gato glotón con un gruñido de gato molesto.
Desde entonces es hasta que yo silbo cuándo las aves bajan confiadas a beber. Antes no saben si en ese momento soy gato o soy ave. Soy Chamán. Soy gusano. Soy buitre. Soy cadáver que da vida. Soy vida que da muerte. Soy Chamán.