Tomemos responsabilidad de nuestros pensamientos.
Dejar de pensar deliberadamente y dar un giro a nuestro diálogo interno.
Esto es aprender a tener control sobre nuestros pensamientos
y se puede lograr sintiéndonos bien.
Haciendo lo que nos hace sentir bien.
Recuerda que por naturaleza eres abundante, feliz, amado
y bendecido por derecho propio.
Todo esto te pertenece y es hora de tomar conciencia de ello.