Hoy Plutón inicia su proceso de retrogradación, y la próxima semana le toca a Saturno. Ambos planetas harán su camino hacia atrás junto a Ketu, el nodo sur. Los tres pesos pesados en Capricornio. Todo este proceso se dará entre hoy y octubre. Estos próximos días entraremos en un período particularmente intenso, sobre todo para aquellos que tienen el ascendente, la luna, el sol o el regente del ascendente en Capricornio, Acuario, Escorpio, Cáncer y en menor medida los signos de Libra y Aries, que se encontrarán en cuadratura con el eje nodal y con los planetas que están allí.
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Emergerán temas, emociones y quizás conflictos internos con la retrogradación conjunta de estos tres. Saturno es un planeta de purificación, de limpieza y que tarda su tiempo, por ello suele retrasar las cosas que afecta en nuestra carta astral, y cuando está retrógrado incluso las detiene, las hace imposibles, nos quita algo, provocando dolor y frustración para que miremos más profundamente, para que limpiemos y soltemos lo que haya que soltar.
Por su parte Ketu solamente conoce el pasado que va perpetuando trayendo consigo el dolor, las heridas, los complejos, revisa las interpretaciones que sacamos de experiencias del pasado, en este caso, de las estructuras que hemos construido.
Plutón representa los apegos de nuestro ego, las estrategias que desarrollamos de identificación con la pequeña persona que creemos ser, Plutón las destruye, saca a la luz los juegos de poder, cuánto y de que forma manipulamos o nos dejamos manipular, que partes nuestras no podemos dejar ir porque sin ellas sentimos que perdemos identidad, esto nos vuelve rígidos, controladores, importantes, quitándonos libertad.
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Puede que todos estos sentimientos nos dejen una sensación de inadecuación, de bloqueo, de sentirnos incapaces de avanzar con nuestras vidas, desgastados y agotados, pero este tránsito tiene el propósito de liberarnos, de hacernos sentir ligeros y auténticos, con la profunda limpieza que hará durante los cinco próximos meses.
Tenemos que estar conscientes para comprender la profunda energía que se está moviendo y toda su complejidad. Hacernos responsables para finalmente sentirnos más libres y limpios de experiencias y condicionamientos del pasado.
Tenemos que aprender a soltar el dolor que traemos, verlo con luz y con amor, dejar que esa luz aclare las aguas estancadas. Aprender a desidentificarnos de la personalidad que hemos construido, soltar la imagen de ser una persona herida, perjudicada, una víctima de la vida, que la luz de la consciencia se expanda dentro nuestro y nuestro corazón se abra.
Este tránsito nos invita a hacer la necesaria purificación, liberación y transformación, siendo capaces de acompañarnos amorosamente durante este proceso. No es necesario conocer las causas de nuestras heridas ni revivirlas constantemente ni volver una y otra vez al pasado sino iluminar, aceptar, soltar y comenzar de cero, totalmente transformados.
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Emergerán temas, emociones y quizás conflictos internos con la retrogradación conjunta de estos tres. Saturno es un planeta de purificación, de limpieza y que tarda su tiempo, por ello suele retrasar las cosas que afecta en nuestra carta astral, y cuando está retrógrado incluso las detiene, las hace imposibles, nos quita algo, provocando dolor y frustración para que miremos más profundamente, para que limpiemos y soltemos lo que haya que soltar.
Por su parte Ketu solamente conoce el pasado que va perpetuando trayendo consigo el dolor, las heridas, los complejos, revisa las interpretaciones que sacamos de experiencias del pasado, en este caso, de las estructuras que hemos construido.
Plutón representa los apegos de nuestro ego, las estrategias que desarrollamos de identificación con la pequeña persona que creemos ser, Plutón las destruye, saca a la luz los juegos de poder, cuánto y de que forma manipulamos o nos dejamos manipular, que partes nuestras no podemos dejar ir porque sin ellas sentimos que perdemos identidad, esto nos vuelve rígidos, controladores, importantes, quitándonos libertad.
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Puede que todos estos sentimientos nos dejen una sensación de inadecuación, de bloqueo, de sentirnos incapaces de avanzar con nuestras vidas, desgastados y agotados, pero este tránsito tiene el propósito de liberarnos, de hacernos sentir ligeros y auténticos, con la profunda limpieza que hará durante los cinco próximos meses.
Tenemos que estar conscientes para comprender la profunda energía que se está moviendo y toda su complejidad. Hacernos responsables para finalmente sentirnos más libres y limpios de experiencias y condicionamientos del pasado.
Tenemos que aprender a soltar el dolor que traemos, verlo con luz y con amor, dejar que esa luz aclare las aguas estancadas. Aprender a desidentificarnos de la personalidad que hemos construido, soltar la imagen de ser una persona herida, perjudicada, una víctima de la vida, que la luz de la consciencia se expanda dentro nuestro y nuestro corazón se abra.
Este tránsito nos invita a hacer la necesaria purificación, liberación y transformación, siendo capaces de acompañarnos amorosamente durante este proceso. No es necesario conocer las causas de nuestras heridas ni revivirlas constantemente ni volver una y otra vez al pasado sino iluminar, aceptar, soltar y comenzar de cero, totalmente transformados.
Ale Arriagada.
Escritora, Periodista y Astróloga.
Carta natal - Revolución Solar - Sinastría
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