lunes, 1 de abril de 2019

"La Luna Negra, Lilith". Por Ale Arriagada.



Estamos de nuevo bajo el influjo de Lilith, símbolo del inconsciente que cela todo aquello que no logramos afrontar. La Luna Negra, Lilith, se encuentra en Acuario desde 26 de agosto del año pasado y se quedará allí hasta el 02 de mayo de este año. El último signo de aire empuja al alma a derribar barreras y confines, empuja a lo nuevo, a liberarse de antiguos yugos para seguir con fuerza y vehemencia una visión alternativa de la realidad. Cuando Lilith transita por ahí, empieza a revolver las emociones inconscientes conectadas con el pasado infantil, llevando a flote la temática materna, para que cada uno construya una senda de autonomía, aunque sea a través del dolor.

Lilith representa la fatiga de estar en un sitio sintiéndolo tóxico. Ella nace en un nido incómodo y no hay allí vida para ella. Así se rebela y renuncia a todo por ella misma. Pero se rebela al Manantial, al Creador, así su Arquetipo es un potente Yo Soy, pero pasa por un fuerte acto de desobediencia, que obliga a la soledad, al reproche y al juicio. 

En todo este tiempo de transiciones delicadas, ocuparse de las situaciones inconscientes más densas como aquellas relacionadas con lo materno es fundamental. Lilith en Acuario reabre la herida y los tránsitos planetarios en el signo traen un bálsamo de sanación. En los días del equinoccio ha sido Venus quien se ha unido a Lilith el 22 de marzo, llevándonos dentro las antiguas dimensiones interiores de nuestras necesidades, activando modalidades intuitivas sobre cómo satisfacerlas. Venus y Lilith en conjunción han abierto un espacio en que fue posible iniciar a aceptar lo no visto, lo no dicho, la parte más oscura.

Ha sido un encuentro intenso con nosotros mismos, la comprensión del origen de muchas reacciones y comportamientos compensatorios. Ahora es el turno de la Luna, que transita en Aquario entre el 31 de marzo y el 01 de abril. La Luna representa el sentido de pertenencia. Lilith es exactamente lo opuesto, ella es la excluida, escapada debido a las leyes del clan, ella es la desterrada, que ha preferido la maldición a una existencia de sumisión y obediencia.

Este día veremos qué emerge: qué nos contamos, cuales partes nuestras enseñamos y cuales aborrecemos, cuánto nos mentimos, hasta que punto no logramos admitir que nos equivocamos, cuánto orgullo nos separa de los otros. Ello es fruto de la brecha interior, del enorme conflicto del amor fallido, que nos ha vuelto estériles, cerrados, a la defensiva. Hemos preferido renunciar al amor antes que combatir por ello, antes que cultivarlo como una bella planta llena de flores. Aceptémoslo. Pongámonos frente a este sentido de separación. Ahora tenemos el espacio para acoger, para acogernos. Podemos volvernos íntegros. Nos lo debemos. Todo el cielo interior está gritándolo.

Hoy es un día de conjunciones que nos llevan al interior: Mercurio, aquello que está a punto de formarse, los proyectos, conjunto a Neptuno en Piscis, la Gran Madre, démonos la posibilidad de un nuevo inicio. Plutón, el ojo psíquico, el poder de la mente focalizada, junto al Nudo Sur, la maleta karmática que necesita ser vaciada, en Capricornio, la ocasión para comprender qué cosa nos ha alejado de ser lo que somos, de la posibilidad de tomar el amor. Cada uno lo verá en su propio camino.


Ale Arriagada.
Escritora, Periodista y Astróloga.
Carta natal - Revolución Solar - Sinastría  
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