"Pienso una cosa y siento otra... ¿Qué hago?". Planteado así, se convierte en un dilema sin solución. Pero esto es partir de una premisa equivocada, porque, en realidad, nadie puede tener pensamientos y sentimientos auténticos y opuestos. "¡¿Cómo que no?! Si a mi me pasa!" No. Dije auténticos. Si te pasa, es, o porque el pensamiento no es propio sino adquirido (un mandato internalizado, una idea mal aprendida en una experiencia negativa, un pensamiento defensivo) o porque el sentimiento está "viciado" (mezclado con culpa, miedo, frustración, etc.).
Toda emoción se origina en un pensamiento que la determina, por lo tanto no pueden ser opuestos. Si pensás y sentís diferente, en alguno de los dos "lugares" no sos, de verdad, vos.
Sé cruelmente sincero/a y terriblemente honesto/a con vos. Desmenuzá lo que sentís y lo que pensás. Preguntate desde cúando, cómo, dónde y por qué. Limpiá lo que no es tuyo. Barré lo que es de tu pasado y lo de otros.
No se trata de elegir entre "corazón" y "cerebro".
Se trata de que seas auténticamente vos para que le permitas unirse.
Mirta Medici
Psicóloga.T.Cognitiva C.E.Transt. de Ansiedad y Depresión.
Sexóloga. Est. Neurocognitivos.Mindfulness.