El daño se transmite de generación en generación: el embrujado se convierte en embrujador, proyectando sobre sus hijos lo que fue proyectado sobre él, a no ser que una toma de consciencia logre romper el círculo vicioso.
No hay que temer hundirse profundamente en uno mismo
para enfrentar la parte del ser mal constituido
y el horror de la no realización.
Alejandro Jodorowsky.