El recordarlos y ponerlos en el ojo público, por lo menos un día al año,
puede permitir que nos demos el espacio de tener uno de manera responsable,
disfrutar de regalonearlo más aun en este día y, por otro lado,
difundir el trato digno y ético de estos maravillosos seres,
que ojalá dure todo el año.
El 20 de febrero de 2009 Socks, uno de los más emblemáticos gatos de la historia, murió con poco más de casi 20 años, generando una serie de reacciones no sólo en la Casa Blanca, donde vivió por años. Fue Chelsea Clinton quien lo había adoptado, cuando su padre, Bill Clinton era gobernador de Arkansas. Y junto a toda la familia Clinton se trasladó entre 1993 y 2001 a la vivir a la mansión de estado.
Al término de su mandato, Socks ya era una celebridad y quedó al cuidado de la secretaria del expresidentes, Betty Curry, quien era su principal fans. Vivió 8 años más junto a ella.
Socks tuvo una vida muy social, iba a vistas públicas en escuelas y asilos, llegando a crear el club de fans, lo que sirvió para impulsar una de las campañas de adopción felina más grandes en Estados Unidos.
En ese sentido, el que esta fecha se convirtiera en el día internacional de los gatos, es una invitación no sólo a disfrutar de la compañía de uno, si es que somos los afortunados dueños de un -o más- gato, sino que invita a la reflexión sobre el significado histórico de este animal de compañía.
El recordarlos y ponerlos en el ojo público, por lo menos un día al año, puede permitir que nos demos el espacio de tener uno de manera responsable, disfrutar de regalonearlo más aun en este día y, por otro lado, difundir el trato digno y ético de estos maravillosos seres, que ojalá dure todo el año.
