Pese a sus nefastas consecuencias ambientales, sacarlas de circulación no es fácil. Conscientes del valor que dan extranjeros al cuidado del entorno, en Chile ciudades turísticas quieren erradicarlas, pero los fabricantes alegan que les niegan
el derecho a realizar su actividad económica.
¿Por qué?
Según el último estudio publicado, 269.000 toneladas de plástico flotan por los mares del mundo, dañando flora y fauna marinas y contaminando la cadena alimenticia de la que somos parte. Buena parte de esa basura son bolsas plásticas.
Impuestos, reducción, prohibición
Ocho mil millones de bolsas terminan como desechos cada año en la Unión Europea. Dinamarca y Finlandia, donde están gravadas con impuestos, consumen un estimado de 4 bolsas plásticas por persona al año; Polonia y Portugal, cerca de 466 anuales. Por ello a fines de 2013 el Parlamento legisló para reducir el uso de las más delgadas; las menos recicladas. ¿Mecanismos? Impuestos, objetivos nacionales de reducción, restricciones de comercialización o derechamente prohibición.
Lento camino
En San Francisco, EE.UU., una las primeras ciudades en prohibirlas, en 2007, la ordenanza municipal recién fue ley en 2012. En Los Ángeles desde 2014 los supermercados cobran 10 centavos por bolsa; una ley que prohibiría su uso en el estado de California fracasó el año pasado. Sao Paulo intentó frenar su uso, pero quejas de comerciantes y clientes terminaron en una ley que estipula la venta de las biodegradables. En Bangladesh se prohibieron en 2002, tras descubrir que fueron la causa de una seria inundación.
Una ley que prohibiría su uso en el estado de California (más de 70 ciudades) fracasó el año pasado. Sao Paulo intentó frenar su uso, pero quejas de comerciantes y clientes terminaron en una ley que estipula la venta de las biodegradables.
En Chile, comunas turísticas
Pucón fue pionera en reducir paulatinamente la entrega de bolsas en el comercio. Le siguió Torres del Paine y se sumaron luego Futaleufú, Chaitén y Palena. En la Región de Aysén quieren erradicar el plástico, pero un reciente dictamen de Contraloría de la República -debido a quejas de fabricantes de bolsas- señala que no se puede afectar “el derecho a desarrollar una actividad económica”. Pese a todo, las bolsas plásticas tienen el tiempo contado. Ya hay un proyecto de ley para eliminarlas en toda la Patagonia y el Ministerio de Medio Ambiente presentará una indicación para regular su uso a nivel nacional.