Algún día tus hijos dejarán de ser niños y no querrás dejar pasar
la oportunidad de compartir momentos importantes en su vida.
¿Qué recuerdos tienes de tu niñez?
De seguro los primeros que llegan a tu mente son los más bonitos y alegres. Es que hay momentos que marcan nuestra vida y en la infancia, la época en la que todo es nuevo para nosotras y estamos en proceso de aprender, se encuentran gran parte de ellos.
También es la etapa en la que estamos más apegados a nuestros padres y no hay nada mejor para ellos que compartir momentos agradables con sus hijos. Ahora que estamos del otro lado y somos madres, no debemos perder esa oportunidad.
Estas son algunas cosas que puedes hacer para dejar una huella en tus hijos pequeños y permitir que su relación sea más fuerte.
1. Sacar tu niña interior: Los chicos crecen muy rápido y pronto compartir momentos con ellos será más difícil. Súmate a sus juegos y revive tu infancia: corre, tírate al piso, no temas en ensuciarte y conviértete en parte de su niñez. No hay nada mejor que crecer y recordar esos momentos lindos que compartiste con tu mamá.
2. Quedarse juntos en la cama: Crea una conexión con ellos durante su infancia pues, cuando sea adolescente, ya no será tan sencillo. Déjalos meterse contigo en la cama durante el fin de semana y vean dibujos animados o lean un cuento. Llénalos de besos y abrazos y hazles notar lo mucho que los quieres.
3. Sorprenderlos con algo: ¿Hay algo más bonito que ver la cara feliz de tus hijos? Prepara algo bonito para ellos cualquier día de la semana, no tiene que ser una ocasión especial. Una salida divertida, un juguete pequeño o una tarde de manualidades en casa. Son los detalles los que los hará sentirse especiales y quedarán grabados en su memoria.
4. Tener aventuras: ¿Eres de las que odia las actividades al aire libre? No importa, siempre te las puedes ingeniar. Una bonita alternativa es armar un campamento en el patio de la casa o en la sala, el simple hecho de dormir fuera de su espacio habitual los va a entusiasmar. En esta etapa de sus vidas todo es una aventura para ellos de la que pueden aprender muchas cosas y divertirse.
5. Conversar: Nunca volverás a tener una charla igual el resto de tu vida con tus hijos como cuando eran niños. Ya no volverás a oír sus ocurrencias, sus preguntas y sus frases así que aprovecha de guardarlas en el corazón ahora que puedes. ¿Una idea? Escríbelas en un cuaderno y cuando sean más grandes, léanlas juntos.
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