viernes, 1 de julio de 2011
"Des-Engaño".
¿Cuáles Son Tus Verdaderos Miedos?
Si un día hacemos el ejercicio de escribir una lista de miedos, veremos que algunos temores no nos pertenecen porque son miedos heredados de nuestro árbol genealógico.
¿Nuestra coreografía de vida obedece a la música que emana de nuestro interior, o por el contrario bailamos al son que nos tocan, aunque nos estemos asfixiando?
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Una reflexión parecida debió hacer Geraldine Zambrano cuando escribió:
No me da miedo quedarme sin casa y tener que resolver la vida bajo los techos de los que estén dispuestos a ayudarme a exitir plenamente con mi familia, ni ser nómada de pueblo en pueblo predicando las filosofías de culturas que he conocido por resistirme al estancamiento de un sistema apunto de colapsar.
No me da miedo quedarme en casa por andar sin dinero, no poder entrar en la cadena de esos llamativos productos que ofrecen la mejor alimentación en lindos y coloridos paquetes, para cambiarlos por la comida que ha brotado de la tierra que cultivamos.
No me da miedo que me señalen como la oveja negra del rebaño que anda por la vida descarrilada sin horizonte, rebelde si causa que no hace mas que resistirse a a las enseñanzas dentro orden social en le han impuesto crecer.
No me da miedo que mis hijos estén desnutridos porque solo les dí teta y no leche de vaca, que no tienen defensas porque no consumen proteína animal y no llegarán a viejos con un régimen vegeteariano.
No me da miedo que mis hijos no vayan a la escuela asociada al mismo sistema que resisto, ni que me juzguen por querer que aprendan desde la alegría de vivir en armonía con la naturaleza como hijos de la misma tierra que a todos nos ha parido.
No me da miedo quedarme sin 15 y último y perder el chance de esclavizarme en una oficina para poder gastar el poco dinero, que otros piensan que merezco, en el centro comercial mas cercano.
Me da miedo que se haga más grande el tiempo que paso lejos de mi familia, dejar pasar la sonrisa de mi hija por “cumplir horarios”, no tener suficiente tiempo para amarla, porque para poder amarla como quiero, necesito una dimensión donde no exista el reloj.
Me da miedo despertar en una prisión de concreto, sin poder ver mas allá de la angustia personal que se siente cuando la meta a alcanzar es algo material.
Me da miedo callar las dolencias de mi alma por temor a lo que piensen los demás, me da miedo conformarme a la costumbre de ser ser pisoteada por aquellos que se atreven a juzgar el plan cósmico de la belleza de la simplicidad de vivir sin nada.
Me da miedo ver caer a mis compañeros de lucha cada día, arrastrados por la corriente y sugestionados por las masas.
Me da miedo que me digas que no crees en la vida misma, tú que eres mi reflejo, hombre pensante, no desperdicies la oportunidad que el universo te ha dado de existir…
Geraldine Zambrano.
Plano Creativo.