El 27 de septiembre la Luna se encuentra en Virgo (entre 08° y 23°), yendo a tocar de manera benévola y alentadora las posiciones de los dos Nodos Lunares (viaje del alma entre conocido y desconocido, entre frialdad y calor, entre deber y placer, entre pesadez y fluidez) a 13° entre Capricornio y Cáncer. La Luna como arquetipo astrológico representa nuestras raíces, el clan de pertenencia y sus leyes, a las cuales obedecer para sentirse incluidos.
A menudo este tema es muy delicado, porque algunas personas no se respetan, traicionan su verdadera naturaleza, para sentir que forman parte. Como se dice, sin raíces no se vuela, y está en la aceptación de esas raíces, de esas leyes, en el reconocimiento de su existencia, encontrando el lugar en el corazón la gratitud por la vida que nos llega desde allí, que podemos liberar, romper las cadenas si hay, y elegir seguir nuestro destino. Este es el resumen del aspecto de este momento: reconocer lo que es y, si es el caso, tomar las debidas distancias como signo de madurez y autonomía. Si no lo haces, no importa. Lo que importa es ser consciente de lo que podemos hacer con mucha serenidad.
El camino a ciegas en el que a veces nos encontramos se basa en la confianza de que nuestros pasos son apoyados por otros humanos que tal vez saben algo más que nosotros. Confianza que siempre llegan las ayudas necesarias, porque el viaje de uno es el viaje de muchos. Si un humano activa una comprensión, los beneficios consiguientes se expanden en el colectivo ayudando a todos. La Luna bendice el viaje del alma y los antepasados nos dicen: no estás solo. Tú perteneces.
Ale Arriagada.
Escritora, Periodista y Astróloga.
Carta natal - Revolución Solar - Sinastría
Instagram AleArriagada888
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