sábado, 28 de agosto de 2021

"Ocúpate de Tus Propios Asuntos". Por Borja Vilaseca.


La calidad de tu existencia depende de cómo te relacionas contigo mismo, con los demás y con la vida. Para ser feliz es necesario que sepas relacionarte sabiamente. Recuerda que la lucha, el conflicto y el sufrimiento son síntomas de tu ignorancia, mientras que la aceptación, la armonía y la felicidad son indicadores de tu sabiduría. Así, el primer paso para empezar a obtener resultados de satisfacción en las diferentes dimensiones de tu vida es comprender que existen tres tipos de asuntos: los tuyos, los de otras personas y los de la realidad.

Tus asuntos son todo aquello que tiene que ver contigo. Forman parte de tu círculo de influencia. Es decir, lo que depende de ti controlar y cambiar para ser feliz. Y por felicidad me refiero a 0% sufrimiento. Por el contrario, los asuntos de otras personas y los de la vida forman parte de tu círculo de preocupación. Tu felicidad no tiene nada que ver con ellos. Y no depende de ti controlarlos ni cambiarlos. Si lo intentas, te perturbarás. Buena parte de tus miedos, tensiones y frustraciones provienen de inmiscuirte en los asuntos de los demás y de preocuparte por los asuntos de la realidad. Así es como te olvidas de ocuparte de tus propios asuntos.

La próxima vez que sufras, simplemente verifica de quién es el asunto. Y tan sólo ocúpate de él si compruebas que verdaderamente es tuyo. Aprender a ocuparte de tus propios asuntos te lleva irremediablemente a alcanzar la maestría en el arte de relacionarte contigo mismo. A esto se refiere precisamente una de las máximas esenciales del Estoicismo: «Concededme la serenidad para aceptar aquello que no puedo cambiar (los asuntos de los demás y de la vida), el valor para cambiar lo que sí puedo (mis propios asuntos) y la sabiduría para establecer la diferencia».