lunes, 5 de marzo de 2018

"Bienaventurados Sean los Sanadores de la Tierra".


Damos gracias por todos aquellos que se conmueven 
y ponen en sus vidas un granito de arena,
 para sanar y proteger la tierra, en pequeñas y grandes formas. 

Bendiciones a los composteros, los jardineros, los criadores de gusanos y hongos, los constructores de suelos, los que limpian las aguas y purifican el aire, todos aquellos que limpian los líos que otros han hecho. 

Bendiciones para quienes defienden los árboles y quienes plantan árboles, quienes protegen los bosques y quienes renuevan los bosques.

Bendiciones para aquellos que aprenden a sanar las praderas y renovar los arroyos, a los que previenen la erosión, a los que restauran el salmón y demás peces, que protegen las hierbas curativas y conocen las tradiciones de las plantas silvestres. 

Bendiciones también para aquellos que sanan las ciudades y las reviven con emoción, creatividad y amor. 

Gratitud y bendiciones para todos los que se oponen a la codicia, que se arriesgan a sí mismos, a los que han sangrado y han sido heridos, y a aquellos que han dado sus vidas al servicio de la tierra.

Que todos los sanadores de la tierra encuentren su propia curación. 

Que puedan ser alimentados por el amor apasionado de la tierra. 

Que puedan conocer su miedo pero no ser detenidos por el miedo. 

Que sientan su enojo y, sin embargo, no sean dominados por la ira. 

Que ellos honren su dolor pero que no queden paralizados por la tristeza. 

Que transformen el miedo, la ira y el dolor en compasión y la inspiración para actuar al servicio de lo que aman. 

Que encuentren la ayuda, los recursos, el coraje, la suerte, la fuerza, el amor, la salud, la alegría que necesitan para hacer el trabajo. 

Que puedan estar en el lugar correcto, en el momento correcto, de la manera correcta. 

Que ellos traigan a nuestras vidas un gran despertar, que afinen el oído para escuchar la voz de nuestra madre tierra, que transformen el desequilibrio en equilibrio, el odio y la avaricia en amar. 
Bienaventurados sean los sanadores de la tierra.