martes, 21 de junio de 2016

"Sol en Cáncer: La Luz de la Madre". By Margit Glassel.

El Sol con su entrada en Cáncer marca el solsticio
 e ilumina nuestro camino 
para trabajar el corazón, el sentir, el amar y el nutrir. 
 
Los primeros pasos en este aprendizaje son con uno mismo. Si no sabemos cuidarnos el cuidar a otros a veces puede ser una huida de nosotros mismos, una mera distracción que muchas veces termina en frustración y resentimiento. Ser nuestra propia madre y velar por nuestro bien para que “crezcamos” bien, para que nuestra salud sea buena (y no seamos cargas para los que nos rodean). Dormir las horas, alimentarnos con sensatez, respetar nuestros ritmos biológicos, movernos lo suficiente, y sobre todo no violentar nuestros cuerpos sutiles con estrés emocional innecesario. El Sol en el signo de la Luna, Cáncer, nos enseña cómo cuidarnos en todos los niveles. A veces el cangrejo se mete en su caparazón para restaurarse. Tenemos derecho de descansar, de  silencio y  de soledad. Después de la actividad, el movimiento y la comunicación de Sol en Géminis, ahora toca integrar, escucharnos  y sentir más que pensar. Cáncer es sensible pero es resiliente, es esa mezcla de duro y vulnerable que resulta atrayente. Es el mundo de la Luna, es nocturno y su imaginación es extraordinaria. Siempre está con una parte de su ser conectado con el inconsciente, vive entre la tierra y el mar. 
 
En las próximas cuatro semanas todos podemos conectar con las cualidades del signo, integrarlas y hacerlas nuestras. Nos puede enriquecer, hacer más completos y explorar energías que quizás en nuestra carta no estén tan representados si no tenemos planetas en este signo. Podemos observar que casa astrológica ilumina el Sol ahora en nuestra carta natal  y allí es donde tenemos que brillar y poner consciencia y luz.

Cuando conectamos con nuestro amor es fácil amar a los demás y entonces se pone en marcha la cualidad de Cáncer que es cuidar de todos los seres como si fueran sus hijos queridos. Cáncer es la Madre Cósmica, la que sostiene, nutre y arropa. Con el inicio del nuevo ciclo, al pasar el solsticio, podemos conectar especialmente con su energía y pedir protección, amor, perdón, compasión y la capacidad de sentir gratitud.

También es un buen mes para ocuparnos del hogar, hacer reformas y decorarlo. Igualmente podemos dedicarnos más a la cocina, a aprender nuevos platos y a comer mejor. El tránsito favorece todos los temas familiares y es recomendable prestar más atención a las personas con las que nuestro karma ha creado lazos de sangre. Es más fácil ahora también  conectar con nuestros ancestros y comprender o resolver historias familiares actuales y antiguas.

Si aprovechamos la energía de Sol en Cáncer podemos sentir como nuestro corazón se abre y se expande más allá de los límites de nuestro cuerpo, nuestra individualidad, del espacio y del tiempo y como poco a poco aprendemos a cuidarnos a nosotros mismos y a los demás; aprenderemos a  incluirlos en nuestro manto de protección.
Copyright© Margit Glassel.
 21 de junio, 2016
 
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