Nuestras células reciben la información
que emiten nuestras palabras, pensamientos y emociones.
El cuerpo responde a la realidad que nosotros mismos creamos,
El cuerpo responde a la realidad que nosotros mismos creamos,
que nosotros mismos creemos.
Aquello que decimos, aquello que sentimos,
es aquello que manifestamos.
Es que no confiamos en nuestro poder
y se lo entregamos al poder imperante.
Solo se trata de vibrar en amor,
de emitir energía amorosa,
de conectar el corazón a la experiencia de vivir.