lunes, 12 de diciembre de 2011
"La Caja de la Gratitud".
La caja de gratitud es una bonita manera de responder a la rutina que muchas veces arropa a la familia, impidiéndoles pasar mayor tiempo y reconocerse mejor como grupo.
Aceptando que no siempre puede contarse con CANTIDAD DE TIEMPO, esta cajita puede ser el punto de partida para establecer CALIDAD DE TIEMPO, en el que cada miembro comparte de manera armónica y respetuosa consigo mismo, con los otros integrantes de la familia, quienes han tenido largas jornadas de trabajo o estudio fuera, para muchas veces pasar otro tanto frente al volante en embotellamientos urbanos.
¿Qué podemos hacer?
Escoger un recipiente y forrarlo de manera divertida o con patrones que la familia decida, por ejemplo puede forrarse una caja de papel dorado y colocarle otros elementos brillantes, o un baúl de cualquier tamaño, que será tratado como cofre de tesoros.
Tomar un momento cada noche para agradecer las recompensas del día, como “estoy agradecido por haber pasado el examen de matemáticas”, “estoy agradecido porque no encontré colas” o “estoy feliz por la comida tan rica que consumí a tal hora”. Copiarlas en un papelito y depositarlas en la caja de agradecimiento.
Hacer una cita semanal, junto a una rica merienda, pasteles, o cotufas, para releer y compartir los agradecimientos de la semana.
Esta dinámica reconecta con los anhelos y personalidades de cada uno de los integrantes de la familia, recrea nexos y junta historias sobre lo que se desea y los logros, haciendo que las relaciones se fortalezcan.
Esta cajita de gratitud fue ideada por una familia en Rhode Island (EEUU) y luego fue llevada a la escuela y otros círculos sociales. Como resultado, las personas se aprecian y valoran mejor unas a otras. Sin duda, una refrescante manera de acercarnos en estos tiempos tan veloces.
Traducción libre del original publicado en www.farmersalmanac.com
http://www.sanadoras.com/familia/la-caja-de-gratitud