"La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma".
Albert Einstein
En lo más profundo de nuestro ser, todos somos poderosos seres de energía. Intrínsecamente poseemos la capacidad de transformar el mundo a nuestro alrededor con nuestra presencia y con la forma en la que nos proyectamos. Cuando entramos en una habitación, la energía que emanamos nos delata, sin decir una palabra. Si venimos ondeando la bandera del amor, todo el mundo lo siente. Y si nos sentimos resentidos, con los nervios de punta, tristes o preocupados, todos los demás también lo pueden sentir. Sin decir nada, nuestra energía habla y comunicamos nuestros pensamientos, sentimientos e intenciones al mundo.
Nuestra capacidad de afectar a los demás con nuestra energía es un regalo y una responsabilidad. A fin de cuentas, tenemos el poder de elegir cómo mostrarnos e interactuar en este mundo. Cuando elegimos actuar desde la compasión, la paz y la unidad nos volvemos una poderosa fuerza para el bien y les abrimos la puerta a las relaciones profundas y poderosas.
Momento de consciencia
Hoy, concéntrate en cómo tu forma de ser puede estar afectando a otras personas. Si observas que te estás sintiendo irritable o si no te sientes bien, haz una pausa y envíate amor. Reconoce tu aflicción sin juzgarla, y observa cómo cambia tu energía. Cada vez que haces una pausa, evalúas, cambias de perspectiva, y eliges el amor, te estás abriendo a tu potencial infinito.
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