martes, 30 de noviembre de 2010

Tu Dios Interior te dice ...." (1)






















Alejandro Jodorowsky: Dos mujeres me piden ayuda. Lo que sufren es de tal manera parecido, que amalgamo las dos misivas y les contesto al mismo tiempo a ambas:

Nydia y Ariana, cuentan:

Para que yo naciera, mi padre tuvo que convencer a mi madre de tener otro hijo, porque buscaban al varón que nunca llegó. Desde pequeña suelo tener enfermedades relacionadas con el ser mujer. Tengo demasiada testosterona, poco estrógeno, por lo tanto soy velluda con mucha irregularidad menstrual. Quise estudiar turismo y me dijeron que era caro que no se podía, quise ser bailarina de contemporáneo y me dijeron que era muy pesado y moriría de hambre, entré a contador público como lo dijo mi madre y me salí muy deprimida, empecé una relación con una chica y estuve con ella 5 años y siempre me trató muy mal, me separé de ella hace tres años y medio. Hice lo posible por entrar a estudiar diseño gráfico y entré, pero yo sola me saboteé y lo dejé, sintiendo que no tengo talento, ahora ya tengo 27 años y un hijo de 2 años, y vivo de nuevo con mi madre y me siento inútil. Adoro a mi hijo, pero aborrezco estar ligada con un hombre. Me es muy difícil tener relaciones con las personas, mucho más con una pareja, estar contenta con lo que soy. No puedo tener orgasmos. Siento como si me hubiera caído una explosión emocional que casi no puedo soportar. Me tiembla un poco el pulso, veo manchas, me preocupa enfermarme. No quiero seguir siendo mi peor enemiga. Me siento perdida, tantas cosas que trabajar que no sé por donde comenzar. Siento que tengo que exorcisarme, pero al mismo tiempo estoy paralizada, en las emociones, en el sabotaje. No sé cómo ayudarme a mí misma, tengo miedo de ser lo que no soy otra vez y mi madre aunque ya le he dicho que soy lesbiana aun cree que me puedo casar con un hombre, ¡¡¡ayuda!!!

Responde Alejandro Jodorowsky:

¿Qué puedo responder? Aquí no se trata de enfermedades con síntomas a los que se elimina mediante píldoras u operaciones quirúrgicas, son limites mentales implantados por una familia afectada por prejuicios sociales y culturales. Un padre detestado y una madre endiosada e invasora, una desvalorización extrema, un desprecio de sí misma, un sentirse inútil y sin talento, un cuerpo de mujer que no se acepta, (lo que produce frigidez, irregularidades menstruales), amarras a un hombre sólo para satisfacer los delirios morales de la madre, y una dependencia infantil a esa voluntad materna.

Dicen las consultantes no saber cómo ayudarse a sí mismas, simplemente por el hecho de creerse vacías, de creer que tienen razón sus padres al considerarlas inútiles para la vida, y sobre todo por no tener fe en sus internos valores. Como ellas, multitud de individuos de ambos sexos padecen esta desvalorización creyendo que no son nada, que no valen nada, que son absolutas nulidades. Cuando se les dice que en el fondo de sí mismos encontrarán un tesoro: su ser esencial, una conciencia superior, cósmica, con calidad extraordinaria, a la que pueden llamar Dios Interior, que es capaz de permitirles realizar una vida feliz, las personas deprimidas, sumergidas en el fracaso, responden: “Lo que usted me dice me parece imposible de lograr. Puedo aceptar que tengo un Dios Interior, pero ¿cómo puedo encontrarlo, hacerlo vivir en mí?”.

Trataré de darles la posibilidad de lograr esto, empleando el arte, la poesía. Voy a imaginar la cálida, tierna y compasiva voz del Dios Interior, y al leer el texto siguiente, voy a pensar que no lo leo, sino que lo escucho, como si sus palabras vinieran de lo más profundo y misterioso de mi espíritu. “HABLA EL DIOS INTERIOR” es un intento de texto sanador. Actúa como un mantra sagrado. Tiene una extensión que no me permite publicarlo hoy por completo. Necesitaré varios días para exponerlo entero.

Nydia, Ariana, y todos los lectores que se sienten vacíos pensando que valen poco, incorporen así a su Dios interior:

1. Leyendo estas palabras imagina mi voz. Escucha. A ti te hablo. Yo soy el centro de tu conciencia, tu Dios Interior.

2. Largos años has estado ansiosamente buscando sin saber lo que buscabas. Los conceptos habían perdido su significado. Verdad, Felicidad, Libertad, Dios, te parecían sonidos huecos.

3. Ninguno de los llamados Maestros fue capaz de enseñarte a ser, a crear, a vivir o a amar.

4. Estos Maestros eran sólo personalidades humanas como la tuya, con sus defectos y debilidades, repitiendo sin comprender verdades que eran restos de una tradición que había perdido su origen.

5. No conociéndose, no sabían transmitirte lo que ellos eran. Sólo querían que aprendieras lo que ellos decían: palabras deducidas de otras palabras, estas deducidas a su vez de otras palabras y así al infinito.

6. Crees venir a mí porque no sabes a quien recurrir. Te engañas: en realidad soy yo quien viene a ti.

7. No eras tú sino yo el que te andaba buscando, pero apenas presentías mi presencia, me rehuías temeros@.

8. Sin ser tú mism@, tenías miedo de desaparecer. Así como el personaje de un sueño que ruega que quien lo está soñando nunca despierte.

9. No me aceptabas, queriendo guardar el control sobre ti mism@. Pero esa huida te desalentaba haciéndote llevar en tu corazón y en tu mente imperiosas necesidades no satisfechas.

10. Por fin, ahora que has comenzado a sentir la presencia de una verdad en tu interior, vas a dejar de defenderte y vas a oírme.

11. Yo soy tu Verdad.

12. Yo soy tu Libertad.

13. Yo soy tu Felicidad.

14. ¡Yo soy tu Dios Interior!

15. ¡Detente! Antes de seguir leyendo silencia el moscardoneo de tus pensamientos, calma tus emociones, pacifica tus deseos, reduce tus necesidades.

16. Yo soy aquella parte de ti que todo lo sabe.

17. Y siempre lo supo y siempre lo ha sabido.

18. Esa parte de ti que dice: Soy lo que soy y no lo que los otros quieren que yo sea.

19. Esa parte de ti que reconoce la Verdad y aparta todo error donde quiera que lo haya; no esa parte de ti que ha estado alimentándose de ilusiones por tantos años.

20. Porque yo soy el que te ha dado todo en la vida, pobreza o riqueza, soledad o amor, disgustos o satisfacciones, realizaciones o encuentros con obstáculos que te he puesto delante para enseñarte que yo soy tu único guía.

21.- Siempre he estado proveyéndote no sólo de la vida sino también tratando de darte todas las cosas necesarias para colmar tus necesidades materiales, tus deseos sexuales y creativos, tu búsqueda emocional y tu desarrollo intelectual.

22.- Pero yo no soy ese remolino de ideas que llamas intelecto, ni tu recipiente emocional con sus simpatías y repulsiones, ni tu libido animal cegada por sus deseos, ni tampoco tu cuerpo -es decir como tú percibes tu organismo- con sus exageradas necesidades.

23.- Esas ideas, sentimientos, deseos y necesidades sólo son la expresión de tu ser, tal como tú eres la expresión de mi ser. Son únicamente fases de tu personalidad humana, del mismo modo que tú eres una fase de mi divina transparencia.

24. Libérate del dominio de tu personalidad, tan afecta a glorificarse o a justificarse a ella misma. Libérate de tu obcecada intelectualidad, infectada de ideas y prejuicios inyectados por la familia, la sociedad y la cultura. Libérate de tu desequilibrio emocional que tiende a atarse a ilusiones para caer a menudo en decepciones. Libérate de la exacerbación del deseo, al que por más que le des satisfacción nunca puedes saciar. Libérate de tus necesidades artificiales que sólo son vicios impuestos por el deseo de parecer lo que no eres.

25. Si quieres que en ti yo sea y reine en tu conciencia, no dejes que el intelecto, las emociones, los deseos y las necesidades te guíen. Conviértelos en tus humildes servidores.

26. Yo soy tu Dios Interior, el que acude a tu Ser esencial, al que yo he despertado, preparándolo expresamente para recibir mi palabra.

27. Serás lo suficientemente fuerte para soportarla, si eliminas tus ilusiones, credos y opiniones personales, que sólo son la escoria que los demás tiran y que tú has recogido.

28. Entonces mi palabra será para ti un manantial de alegría y bienestar.

29.Tu mente aprenderá a iluminarse, tu corazón a recibir la gracia, tu sexo a conocer el éxtasis creativo y tu cuerpo a vivir en un trance continuo.

30. Pero prepárate a que esta personalidad tuya, implantada por tu familia, la sociedad y la cultura, te haga dudar de mi palabra conforme la vas leyendo.

31. Pues ella sabe que su existencia está amenazada, que no podrá ya vivir y prosperar, ni dominar por más tiempo tus pensamientos, sentimientos, deseos y necesidades, imperando en tu vida cotidiana como lo ha hecho antes, si abres tu corazón a mi palabra y la albergas en él para siempre.

32. Sí. Yo, tu Dios Interior, te hablo para hacerte consciente de mi presencia.

33. He estado contigo siempre, desde tu nacimiento, pero tú no te has dado cuenta. Ahora es tiempo de que me conozcas, a mí, que era tu yo antes que nacieras y que seré tu yo después que “mueras”.

34. Lo que llamas “muerte” es sólo el paso de una dimensión material a una dimensión inmaterial.

35. ¿Estas decidid@? ¿Quieres sumergirte en tu espíritu infinito?

36. ¡Entonces entrégate a mí!

Alejandro Jodorowsky.