Este año está trabajando duro para llevarte directo a las heridas matriz, aquellas sobre las que has construido máscaras, identidad, otras heridas, personalidad. Has pensado o crees ser quien no eres, aquellas son solo defensas, siempre te has visto poco y nada. El primero que te habla, que te lee, te hace revolucionar porque por fin alguien te da importancia. ¿Pero dónde estás tú en todo esto? ¿A quién has reclamado atención y amor cuando tú no te lo das? ¿Todavía crees poder mentirte y contarte la historia que quieres escuchar? ¿O encontrar a personas que te la cuentan?.
Se acabó el tiempo de mentiras, es tiempo de verdad. Aquella que de verdad te libera de las mil identidades que te dan seguridad pero al precio de una jaula. No todos son almas que pueden vivir libres, la libertad pide mucha responsabilidad sobre si mismos y no todo quieren tenerla. Son mejores las jaulas doradas y seguras aunque poco auténticas y verdaderas. Pero el amor está fuera de la jaula. El amor es simple, el amor no tiene nombre ni forma, el amor es pura sencillez y fluidez. Es una expansión inmensa del corazón que envuelve incondicionalmente todo. El amor es una fuerza tal que te empujaría también a volar si sólo le permitieras poseerte. Pero cuánto miedo, cuánta necesidad. Han construido mil conceptos sobre el amor que no hacen otra cosa que despertar miedo y conflicto y nos lo hemos creído, y nos hemos perdido. Es tiempo de hallarnos. Es tiempo de parar de pensar de deber ser alguien o hacer algo especial, el amor no quiere el escenario quiere la intimidad, quiere la fusión, quiere el sostén, la aceptación y la comprensión. Pero es difícil hacerlo mientras necesitemos ser algo o alguien, sobre todo para los otros, que nos reconocen y nos dan el amor que nos ha faltado sin saber que nunca es suficiente porque dentro, aquel vacío, sólo espera por ti.
El 2019 nos lleva al extremo de nosotros mismos, hasta el límite de aquel abismo que te hará elegir forzadamente algo o tomar al menos la responsabilidad. Luego, paciencia con ti mismo y mucha autocompasión en cada momento.
No tienes nada que alcanzar, nada que ser o volverte. Nada que despertar porque ya eres todo y en este todo existe lo bello y lo feo, pero si aprendes a querer lo feo el resto se convierte en poesía.
Ale Arriagada.
Escritora, Periodista y Astróloga.
Carta natal - Revolución Solar - Sinastría
Instagram AleArriagada888
Facebook: Ale Arriagada.
www.alearriagada.com
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