martes, 20 de octubre de 2020

"Tu Vibración Determina tu Realidad". Por Brenda Reyes.



Todo lo que existe esta formado de energía; lo que diferencia a una roca solida de un arcoíris es la frecuencia con la que vibran las partículas/ondas de luz que los componen. Todo en este mundo es energía interconectada.

“Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra”.

Nuestros pensamientos, en conjunto con las emociones, dan forma a nuestra realidad. Tú, como todo lo demás, estás hecho de energía; los pensamientos y emociones hacen que esta energía vibre a mayor o menor velocidad y básicamente esa energía se ve afectada por tus pensamientos, emociones y las palabras. Lo anterior es tan poderoso que tiene un efecto sobre el mundo, tanto o más que nuestras acciones.

Piensa en lo siguiente por un minuto: si todo pensamiento vibra y emite una señal, y así cada pensamiento a su vez atrae una señal de regreso que encaja perfecto con la señal que emite, ¿no es lógico que tus circunstancias de vida concuerden día con día? Analiza lo anterior y te darás cuenta de que, en efecto, tiene mucha lógica. En otras palabras, tus pensamientos emiten una frecuencia vibratoria que se sintoniza con la misma frecuencia pero en relación al exterior, y esta es la forma en que “atraes” las cosas a tu vida.

La manera más sencilla de hacer que se armonicen tus frecuencias vibratorias con las  de tus deseos es que imagines que ya lo tienes y que al imaginarlo sientas la maravilla de gozar aquello que deseabas. Y aquí un paréntesis muy importante: si el deseo viene con un sentimiento negativo, negatividad tendrás. Por ejemplo, si deseas dinero sintiendo que te hace falta y que por eso lo deseas o bien para resolver una situación económica que te genera preocupación, los sentimientos de falta de dinero (escasez) y resolver la situación (preocupación) serán los que determinan el resultado; básicamente, menos dinero y más preocupación. Dirigir tus pensamientos al disfrute sin banalidad y con la inteligencia del corazón se convierte en una poderosísima herramienta de una nueva conciencia, y te mantendrás en la frecuencia vibratoria necesaria para que “permitas” que aquello que deseas se manifieste en tu experiencia de vida.

Los estados de ánimo vibran y lanzan al espacio vibraciones en sonidos y en colores. Todos los estados mentales se lanzan al exterior del cuerpo que los crea, van golpeando cuerpos afines como hacen los instrumentos musicales, y estas vibraciones afectan en bien y en mal a otras mentes, aumentando los estados emocionales y mentales que están a tono con ellas. Mantener la energía vital alta debería ser, entonces, la prioridad de todo ser humano. Si realmente somos consecuentes en amarnos y apoyarnos a nosotros mismos, deberíamos convertirnos en los “guardianes de nuestra propia frecuencia vibratoria".

Brenda Reyes.
Imagen de compartiendoluzconsol.wordpress.com