Probablemente podamos, de forma individual, dar un par de pasos en dirección a un despertar espiritual, pero en cada uno de ellos descubriremos que, como colectivo, estamos vinculados a los demás.
Mientras la última persona no sea libre, nadie lo será tampoco completamente. En esencia todos somos uno, aunque la realidad cotidiana muestre la apariencia de que somos individuos particulares.
Estas cuestiones hacen del proceso de liberación espiritual una práctica y una tarea continuas, por lo que sentiremos cada vez una mayor compasión y comprensión.
Tom van der Kroon.