miércoles, 16 de febrero de 2011

Aterrizaje para Carlos: Psicomagia.


CARLOS CONSULTA:
Hola, Alejandro, soy un joven estudiante de ingeniería con la pasión por el teatro. Con mucho escepticismo me acerqué a tu libro “La Vía del Tarot”ˇ. Siempre estoy lleno de dudas, y tengo el defecto de pensar demasiado: es por esto que todavía tengo dudas acerca del futuro y de lo que quiero ser realmente. Debo admitir que cuando comencé a leer el libro me chocó tu manera de hablar y el mundo fascinante que rodea al Tarot [sobre todo en la clave curativa en que lo pones ]: pero nunca encontré el tiempo para continuar mi lectura … sin duda alguna por pereza. Perdona, estoy perdiendo el hilo, pero he recibido tantos estí–mulos que no sé por dónde comenzar a plantearte mis preguntas. Lo intentaré con una lista, por lo menos no me dilataré demasiado:
1. ¿Tú piensas que el estudio del Tarot puede ayudarme a aclarar las cosas?
2. ¿Cómo puedo comenzar el estudio del Tarot?
3. ¿Qué piensas de las religiones?
Esta última pregunta me salió así, a vuelapluma … sabes, también soy catequista: acaso un poco a mi propia manera, pero soy catequista. A mi manera, digo, porque creo que lo que hago sirve para que los chicos socialicen, y para ayudarles a buscar en su interior lo que realmente querrían ser. Efectivamente, hablo mucho de religión. Basta ya de irme por las ramas. Gracias desde ya por tus respuestas-

ALEJANDRO JODOROWSKY RESPONDE:

Estimada cabeza del cuerpo que piensa llamarse Carlos: Einstein dijo: “El Universo nos ha dado un tesoro -la intuición- y un sirviente- el intelecto. Desgraciadamente hemos desdeñado el tesoro y convertido al servidor en amo”. Eso es lo que te sucede a ti. Aparte de estar encerrado en tu calabozo mental. eres autocomplaciente: tienes orgullo de comunicarme tu escepticismo y tu pereza de leer mi libro. ¿Por qué me cuentas eso a mi? Por qué en lugar de pedirme ayuda- ayuda que necesitas vitalmente- me preguntas si el Tarot te puede ayudar, me pides que te indique cómo comenzar a estudiarlo y luego tratas de meterme en tu universo de palabras huecas interrogándome lo qué pienso de las religiones? ¡Ea, distinguido joven,, en estas páginas se ayuda a las personas, no se les da aspirinas metafísicas! Un ser como tú, perdido en su auto-indulgencia, incapaz de elegir entre la ingeniería (actividad racional) y el teatro (actividad artística), en lugar de pavonearse y hacerse publicidad diciendo que sirve “para que los chicos socialisen”, debería escribir con humildad una solicitud de ayuda… Eres una especie de mono que se pretende sabio y que se excusa a sí mismo de irse por las ramas… Hay una ley en la Magia que dice: “Donde concentras la atención surge el milagro”… Vives en un jardín de palabras futiles.

Te voy a dar el acto de psicomagia que te pondrá en la vida real al enseñarte a concentrar la atención sin escaparte por las ramas mentales: Colócate durante 40 días en cada tobillo una pulsera de un kilo. Las encontrarás en cualquier tienda que venda productos para los deportistas. Andar con un peso de dos kilos en los pies, hará¡ que desciendas de la cabeza y te concentres en tus pasos. Luego, aunque seas heterosexual, pídele a un amigo homosexual que te penetre con su sexo enfundado en un preservativo negro. Deberá darte en el ano siete fuertes empujones. Te lo aseguro: descubrirás lo qué es concentrarse y dejarás de andar por las ramas huyendo de ti mismo.