lunes, 6 de junio de 2011

“Equivocaos, Por Favor: Sólo Así Podréis Acertar Algún Día”


Tom Byers: En Silicon Valley los emprendedores hablan de sus fracasos tanto como de sus aciertos, porque saben que están relacionados y que no hay unos sin otros. Y están orgullosos de haber sabido fracasar para acertar.

¿Por qué?

Porque el éxito forma parte del fracaso, del mismo modo que el niño que no se cae nunca no aprende a andar. Lo único que exigimos es ética en el fracaso. Es decir, que te equivoques es tan honorable como que aciertes, pero en ambos casos sin faltar a la ética. El único fracaso no es ganar o perder dinero, sino engañar a los demás.
En EE.UU. el culto al éxito venía acompañado hasta ahora de la ridiculización del fracaso. Es mérito de la cultura Silicon rehabilitar el fracaso hasta el punto de pedir: “¡Equivocaos, por favor: sólo fracasando podréis triunfar algún día!”.

¿Cómo enseña a fracasar?

Gran pregunta. Empezamos ya el primer día: les llevo a mis estudiantes los curriculum que enviaron para ingresar en Stanford y les digo: “Aquí sólo habéis puesto los éxitos. Ahora escribidme todos vuestros fracasos en la vida y qué os enseñó cada uno”.

Tom Byers, formador de emprendedores en la Universidad de Stanford. Extracto de una entrevista en La Vanguardia.

Imagen: Botanist