Deja que piensen lo que quieran.
La gente va a estar equivocada de ti y por primera vez en tu vida,
deja que piensen lo que quieran.
Hay un punto en el crecimiento
donde entiendes algo que te cambia la vida,
y es que no tienes que corregir la versión que otros inventan de ti.
No eres su maestro, no su salvador
ni eres su aclaración pública.
La gente te mira desde su historia, no desde la tuya.
Te miran desde sus heridas,
sus miedos, sus inseguridades,
y lo que dicen de ti, muchas veces habla de ellos.
Déjalos estar equivocados,
déjalos armarse una película que no existe,
déjalos quedarse con la mitad del cuento,
si no fueron capaces de sostenerte entera.
No tienes la obligación de explicar porque eres como eres,
porque eliges lo que eliges,
porque te fuiste,
porque cambiaste,
porque ya no vas a volver.
Eso se llama madurez emocional,
Y es soltar la necesidad de defenderte de percepciones ajenas.
Suelta la necesidad de cuidar tu nombre en bocas
donde nunca fuiste valorada.
Crecer también es esto,
no perseguir a nadie para que te entienda.
ni insistir en limpiar una imagen que otros ensuciaron por dentro.
No porque tú hiciste algo malo,
sino porque tu libertad es incómoda,
así que quien necesite inventar una historia sobre ti,
ya perdió el privilegio de conocer la verdadera.
Imagen de depositphotos.com
