En el tiempo del Nazareno, 
deseo de todo corazón que mientras tengas vida
 te contactes con la sabiduría de todos los tiempos.
Que en este nuevo nacimiento, 
-el de Jesús y el Nuevo año-, 
 inhales con confianza la invisible vida y escuches en infinita paz al sublime silencio.
Que en todo momento oigas el lenguaje de la vida: 
 el aroma de las lluvias,
 las voces del viento,
los sonidos de las aves, 
los mensajes y susurros de las aguas, 
y el crepitar del fuego.
Que oses a utilizar con audacia esa pasión que quema y moviliza.
Que escuches los tambores que habitan en tu corazón, 
despertando la alegría y el amor en cada segundo de tu existencia.
Que como hijos de este mundo,
ofrendemos a la Madre Tierra nuestra más sincera gratitud 
por los infinitos campos y sus frutos que nos nutren y fortalecen, 
y bendigamos en cada amanecer, a las estaciones que los hornean y maduran. 
Que aprendamos a mirar a los ojos y con el corazón abierto 
la vida en todos los seres que habitamos este mundo.
Y mi deseo más profundo
es que te conectes con lo más verdadero de tu ser,
que conozcas tus ilusiones
y te concentres en lo fundamental.
¡Que te ilumines!.
Namasté, 
la vida en todos los seres que habitamos este mundo.
Y mi deseo más profundo
es que te conectes con lo más verdadero de tu ser,
que conozcas tus ilusiones
y te concentres en lo fundamental.
¡Que te ilumines!.
Namasté, 
ૐ Marcela Paz.
Imagen: Rumi Quotes.
