Foto: mujeresdelsiglo21.com
Envidiar es comparar. 
Y hemos sido enseñados a comparar, 
hemos sido condicionados para comparar, siempre comparar.
 Alguien tiene una mejor casa, alguien tiene un mejor cuerpo, 
alguien tiene más dinero, alguien tiene una personalidad carismática. 
Comparar, sigue comparándote a ti mismo con todos los que pasan 
y la envidia aparecerá; es el acondicionamiento de la comparación por el producto. 
La comparación es una actitud muy tonta,
 pues cada persona es única e incomparable. 
Una vez que comprendes eso, la envidia desaparece. 
Cada ser es único, incomparable. 
Tú eres sólo tú: nadie ha sido jamás como tú, y nadie jamás lo será.
 Y no necesitas ser como otro.
Osho. 

