Escrito por Regina Brett, es una sobreviviente del cáncer de mama que padeció en el año 1998. En su momento narró sus experiencias de la quimioterapia y su recuperación en el Akron Beacon Journal, ganando el National Headliner Award, por estas columnas. Al cumplir cincuenta años escribió las 50 lecciones que la vida le enseñó, es esta:
- La vida no es justa, pero aún así es buena.
 - En caso de duda, sólo da el siguiente pasito.
 - La vida es demasiado corta para perder el tiempo odiando a alguien.
 - No te tomes tan en serio a tí mismo. Nadie más lo hace.
 - Liquida tus tarjetas de crédito cada mes.
 - No tienes que ganar cada discusión. Ponte de acuerdo en estar en desacuerdo.
 - Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
 - Está bien si te enfadas con Dios. Él lo puede soportar.
 - Ahorra para el retiro desde tu primer sueldo.
 - Cuando se trata de chocolate, toda resistencia es inútil.
 - Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
 - Está bien que tus hijos te vean llorar.
 - No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de lo que va su viaje.
 - Si una relación tiene que ser secreta, no deberías mantenerla.
 - Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Pero no te preocupes, Dios nunca parpadea.
 - La vida es demasiado corta para duelos largos. Ten vida ocupada, te ocuparás muriendo.
 - Puedes atravesar cualquier circunstancia si te mantienes presente en el ahora.
 - Un escritor escribe. Si quieres ser un escritor, escribe.
 - Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz. La segunda depende de ti y de nadie más.
 - Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un no por respuesta.
 - Enciende velitas, utiliza sábanas bonitas, ponte la lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.
 - Prepárate al máximo, y después ve con la corriente.
 - Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para vestir de morado.
 - El órgano sexual más importante es el cerebro.
 - Nadie está a cargo de tu felicidad, excepto tú.
 - Cuando te pase algún “desastre”, hazte esta pregunta: “En cinco años, ¿esto importará?“
 - Elije siempre la vida.
 - Perdona a todos todo.
 - Lo que otros piensan de ti no es de tu incumbencia.
 - El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
 - Por más buena o mala sea una situación, algún día cambiará.
 - Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos lo harán. Mantente en contacto.
 - Cree en los milagros.
 - Dios te ama por lo que eres, no por lo que hayas hecho o dejado de hacer.
 - Lo que no mata te hace más fuerte.
 - Llegar a viejo es mejor que la alternativa, morir joven.
 - Tus niños sólo tienen una niñez. Que sea memorable.
 - Lea los Salmos. Cubren todas las emociones humanas.
 - Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
 - Si todos tirasemos nuestros problemas y cargásemos con los de los demás, volveríamos corriendo a por los nuestros.
 - No hay audiciones para la vida. Preséntate y haz la mayor parte de ella ahora.
 - Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o gozoso.
 - Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.
 - La envidia es una pérdida de tiempo. Ya tienes todo lo que necesitas.
 - Lo mejor está aún por venir.
 - No importa cómo te sientas, levántate, vístete y muéstrate.
 - Haz una respiración profunda. Calma la mente.
 - Si no pides, no recibes.
 - Cede.
 - La vida no está envuelta con un lacito, pero sigue siendo un regalo.
 
Modelo de la imagen : Iris Apfel
Texto original en inglés: WildWomanSisterhood.
