Hace seis años, mi vida, la vida de mis hijos, la vida de mis seres más cercanos y también la vida de las personas que por muchos, muchos años me han apoyado y creído en mí para siempre cambió.
Todo en un abrir y cerrar de ojos.
Se formularon denuncias falsas, muy graves y penales a través de los medios de comunicación, lo que desencadenó un aluvión interminable de contenido odioso, aunque nunca se presentaron cargos en mi contra. Es malo, ya ha dado la vuelta al mundo dos veces en un nano segundo y tuvo un impacto sísmico en mi vida y mi carrera. Y seis años después, el jurado me devolvió la vida. Soy verdaderamente humilde.
Mi decisión de proseguir con este caso, conociendo muy bien el punto álgido de los obstáculos legales a los que me enfrentaría y el inevitable espectáculo mundial en mi vida, solo se hizo después de pensarlo mucho.
Desde el principio, el objetivo de presentar este caso fue revelar la verdad, independientemente del resultado. Decir la verdad era algo que le debía a mis hijos y a todos los que se han mantenido firmes en su apoyo hacia mí. Me siento en paz sabiendo que finalmente lo he logrado.
“Estoy, y he estado, abrumado por la efusión de amor y el colosal apoyo y amabilidad de todo el mundo. Yo espero que mi búsqueda para que se diga la verdad haya ayudado a otros, hombres o mujeres, que se han encontrado en mi situación, y que quienes los apoyan nunca se rindan.
También espero que el puesto ahora volverá a ser inocente hasta que se pruebe su culpabilidad, tanto en los tribunales como en los medios de comunicación.
Deseo reconocer el noble trabajo del juez, los miembros del jurado, el personal del tribunal y los alguaciles que han sacrificado su propio tiempo para llegar a este punto, y a mi equipo legal diligente e inquebrantable que hizo un trabajo extraordinario para ayudarme a compartir la verdad.
Lo mejor está por venir y por fin ha llegado un nuevo capítulo.
La verdad nunca perece.
Johnny Depp.
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