Los sanadores son personas heridas que aprenden a curarse a sí mismas y al aprender a recuperar su salud adquieren la capacidad de curar a otros.
La vocación de ser sanador es muy parecida a la vocación de enfermarse, pues tiene que ver con la vocación del descontento, de no conformarse con lo que otros se conforman. Un sanador es alguien que siente demasiado sus heridas.
Todos nacemos y/o vamos experimentando heridas. Sin embargo, la mayor parte de la gente se adapta, pero el sanador es el extremo contrario, tiene demasiado contacto con su experiencia y ese descontento lo lleva a la ineludible opción de reparar su alma.
Este proceso hace que los sanadores desarrollen un gran potencial de regeneración emocional y espiritual provocando una profunda transformación. Así, una vez conocido el camino son capaces de asistir a otros.
Recuerda, un sanador no es alguien al que vas para que te cure.
Un sanador es alguien que despierta en TÍ
tu propia conciencia para sanarte a ti mismo.
Desconozco autor.
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