Si volviera a nacer, y si pudiera elegir ser otra persona,
sin duda elegiría ser la madre de mi madre.
¿Por qué?
Pues le daría todos los besos que le faltaron cuando niña.
Le leería todos los cuentos que nunca nadie le leyó.
Cuando la arrope por la noche, le diría con todo mi amor cuanto la quiero.
Le enseñaría que la vida es bella entre los brazos de quien te quiere.
Le compraría una manzana de caramelo.
Le cantaría canciones.
Jugaríamos en el suelo.
La peinaría cada mañana e iría al colegio.
No tendría que trabajar tan pequeña.
No tendría que llorar tanto.
No crecería cosiendo su corazón con tristeza.
Y sería una niña feliz.
Si pudiera ser otra persona sería su madre sin dudarlo,
le enseñaría que el amor no es dolor y lo maravilloso
que es despertar cada mañana a su lado.
Porque si la quiero tanto siendo su hija,
¡cómo la querría cuando al nacer la tuviera entre mis brazos!
Tomado de la página de Louise Hay & Wayne
Por Rosita Bello.