martes, 21 de enero de 2014

"El Vacío Sexual y el Vacío Espiritual".


Imagen ensegundos.net

"Aburrida, reprimida sexual y espiritualmente, completamente vacía, 
la mujer desarrolla dos grandes vacíos: el vacío sexual y el vacío espiritual, 
razón por la cual se instala enérgicamente en la vida del hombre tratando de dominarlo 
y de explotarlo con el fin de llenar el vacío. 
Ese es el mito de la sirena, o de la "Femineidad", que provoca tanto sufrimiento. 

La sirena, cuyo norte es atraer al hombre, desde el ombligo para abajo es un pez: completamente fría. Femenina y frígida. Atrae al hombre pero no lo puede satisfacer, 
en cambio esta cola de pez hace que ella tenga que vengarse, hundiendo al hombre. Destruyéndolo. Sometiéndolo a su voluntad.

Este mito de la "femineidad" seduce por igual a hombres y mujeres. 
A la mujer porque la "femineidad" le da poder sobre el hombre, 
que es el que tiene poder sobre el mundo. 

El asunto del poder -aclara- ella lo ha aprendido del patriarcado. 
Pero el drama es que su "triunfo" sobre el hombre 
es a costa de su propia persona. 
De no ser persona. 

Por su parte el hombre machista o patriarcal no le gusta la mujer persona 
y por lo mismo lo excita mucho la sirena. 
Esa que después intentará destruirlo...".

Lola Hoffmann.